No hubo opción. El Covirán Granada jugó uno de sus peores partidos de la temporada y apenas pudo plantar cara ante un Alicante muy superior tanto en ataque como en defensa, sobre todo, antes del descanso.

Los locales encarrilaron el enfrentamiento en el primer cuarto y nunca tuvieron sensación de que su rival les pudiera arrebatar el triunfo. El conjunto nazarí pagó muy caro su mal primer tiempo y a pesar de que en el segundo pudo competir no fue suficiente.

Desarmado desde el salto inicial

El Covirán saltó a la pista con la cabeza todavía en los vestuarios. Un parcial de 11-0 encendió la señal de alarma. No tardó demasiado Pin en pedir el primer tiempo muerto ante el naufragio total de su equipo. Pero los problemas continuaron.

Joan Pardina intenta penetrar en la zona alicantina

Así se pasó por el ecuador del cuarto con una desventaja de diez puntos (15-5). Le costaba mucho a los visitantes anotar ante la extraordinaria defensa alicantina (19-5). Un triple de Kapelan oxigenó un poco a su equipo (19-8), pero el festival de los de Pedro Rivero se mantuvo y así se llegó a los últimos tres minutos con un marcador sonrojante (26-8).

EL 11-0 INICIAL FUE UN PRESAGIO DE LO QUE IBA A OCURRIR EN EL PABELLÓN PEDRO FERRÁNDIZ

Fall, Galán y Ortega lideraban el ataque local ante un equipo impotente. En la recta final del primer cuarto la sangría aumentó (33-11) y los primeros diez minutos finalizaron con un 35-16.

Pablo Pin, desesperado

Sin respuesta

En el segundo acto no tardó el Alicante en volver a martillear a al Covirán (43-20). Sergio Olmos y Kapelan mantuvieron a un Covirán muy débil en defensa.

Sin apenas oposición los locales siguieron a lo suyo y el 51-25 prácticamente sentenció el choque. Al descanso el marcador era claro y contundente:57-36.

Tras el receso se esperaba algo más de los granadinos. Pero a media que fueron transcurriendo los minutos las cosas no cambiaron. Incluso, el Alicante llegó a tener una ventaja de 25 puntos coincidiendo con una canasta de Llompart (65-40).

Pin se desesperó ante la impotencia de su equipo. Un 0-4 precipitó un tiempo muerto de Rivero (69-51). Todo quedó en nada después de que el escolta americano Devin Schmidt cerrara el periodo con un triple:73-55.

Sobra el último cuarto

Así se entró en los últimos diez minutos que iban a ser de puro trámite. El Alicante había ofrecido hasta ese momento mucha solvencia con su juego y su balance defensivo-ofensivo, mientras que el Covirán apenas había demostrado algo. Ya se pudo ver en los dos primeros minutos que la decoración no iba a cambiar en exceso.

El 76-56 hacía imposible cualquier sorpresa en el Pedro Ferrándiz. A pesar de ello, el Covirán continuó batallando y luchando en todas sus acciones. Así se llegó al ecuador del cuarto con el marcador igual de claro para los locales (81-60).

Restaban cinco minutos y el enfrentamiento ya estaba más que resuelto por parte del Alicante. Los rojinegros maquillaron el marcador en los últimos segundos del encuentro con un parcial de 0-5 para sellar el partido en un 85-67.

Al final, nueva derrota del Covirán en su salida y otra más de forma contundente.