Covirán Granada | La resaca

Una diferencia más que evidente

  • La derrota en Bilbao de los de Pablo Pin demuestra que los vascos y el Betis están muy por encima del resto

Josep Pérez es objeto de falta personal en el duelo en el Bilbao Arena.

Josep Pérez es objeto de falta personal en el duelo en el Bilbao Arena. / PHOTOGRAPHERSSPORT

Con una clara derrota por 25 puntos cerró el Covirán el año 2018 el pasado domingo. Una renta que deja clara la diferencia de plantilla entre los de Pablo Pin y el conjunto vasco, al igual que sucedió cuando el Real Betis visitó el Palacio de Deportes. Dos equipos que deberán marcar la diferencia en la segunda vuelta aunque los sevillanos ya han puesto velocidad de crucero y suman doce victorias de manera consecutiva, algo poco habitual en la categoría.

A los rojinegros le restan dos encuentros para concluir la primera vuelta de la competición y se encuentran en una cómoda octava posición, con un colchón de cuatro victorias sobre los puestos de descenso. Lograr la permanencia es el principal objetivo pero el buen rendimiento ofrecido en general hasta el momento hacen albergar esperanzas de entrar en play off al término de la liga regular.

Carlos de Cobos es perseguido por Salgado en el duelo ante Bilbao. Carlos de Cobos es perseguido por Salgado en el duelo ante Bilbao.

Carlos de Cobos es perseguido por Salgado en el duelo ante Bilbao. / PHOTOGRAPHERSSPORT

Salto

La pasada temporada Eloy Almazán, Manu Rodríguez y Devin Wright demostraron, en casi todos los casos, que la LEB Plata se les quedaba pequeña. Pero en Oro, esas tres piezas, fundamentales para el ascenso, no están siendo decisivas. Y los números así lo demuestran. Hasta el momento, Pin ha tenido hasta ocho jugadores distintos que han sido los máximos anotadores en los quince encuentros que ha disputado. Ninguno de ellos han sido Almazán, Manu y Devin, habituales el curso pasado. Un salto de categoría que les está costando más pese a que tienen experiencia en la misma. Con el capitán lesionado, la situación de Manu Rodríguez comienza a preocupar. Ha jugado trece encuentros con una media de 18 minutos pero en seis de ellos ha terminado con valoración negativa y tiene un pobre 21,7% en triples, su especialidad.

Regular

Salvo en el mes de diciembre, el Covirán ha terminado el resto de meses con un balance victorias-derrotas positivo. Tanto en octubre como en noviembre sumó tres triunfos y dos derrotas, situación que varió el último mes al jugar tres partidos a domicilio. Ahora llega enero con tres encuentros en casa en cinco jornadas aunque, tras recibir a Cáceres el domingo (18:30 horas), jugará de manera consecutiva fuera en dos ocasiones para disputar en el Palacio, su fortín, otras dos citas seguidas. Si mantiene la regularidad de los dos primeros meses y suma más victorias que derrotas, la permanencia estará a tiro pues la temporada pasada con trece triunfos se garantiza la continuidad en la categoría y los granadinos tienen ya ocho en su poder.

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