Fútbol l Primera División

Crecido tras el clásico

  • La figura de Bernd Schuster se agiganta tras la victoria ante el Barcelona y Calderón ya lo compara con Alex Ferguson

La figura de Bernd Schuster se agiganta tras la victoria del Real Madrid en el clásico ante el Barcelona, hasta el punto de que el presidente del club, Ramón Calderón, llegó a compararlo con Alex Ferguson. "Hemos encontrado a un entrenador que va a estar aquí muchos años", dijo Calderón. "Será el Ferguson del Madrid".

El técnico del Manchester United lleva 21 años al frente del actual campeón de la Premier, algo impensable en el banquillo del Real Madrid, que en los últimos cuatro años tuvo siete inquilinos. Pero el arranque de temporada del Madrid de Schuster y la victoria en casa del eterno rival, que además queda a siete puntos de distancia, han reforzado la figura de un técnico cuyo fichaje no estuvo exento de polémica.

El conjunto blanco es el equipo más goleador de la Liga con 37 tantos y el segundo menos goleado, con 14 recibidos. "En la solidez de una plantilla empieza todo", explicó Schuster. El actual Madrid cuenta con nueve puntos más que los que tenía a la misma altura el año pasado, cuando el equipo estaba dirigido por Capello, técnico fichado por su fama de eficaz.

Pero, además, el Madrid juega mejor, que es el motivo por el que Calderón fichó a Schuster pese a que Capello ganó la Liga y truncó una sequía de títulos de tres años. A la hinchada madridista no le bastaban los resultados, sino que quería que su equipo realizara un juego vistoso. Y el presidente blanco eligió para eso a Schuster, que había realizado dos muy buenas temporadas al frente del Getafe.

El alemán se ha convertido en el técnico debutante en el Real Madrid con mejores estadísticas desde Miguel Muñoz, en 1960. El equipo blanco suma 41 puntos en 17 jornadas y se marchó de vacaciones con más de dos partidos de ventaja sobre sus rivales. "Es pronto para hablar de títulos, falta toda la segunda vuelta", dijo sin embargo Schuster, que es consciente de que los malos tiempos pueden llegar. De hecho, su trabajo fue también cuestionado en los primeros compases del campeonato, en los que, aunque el equipo lograba puntos, no mostraba vistosidad en su juego.

Ahora, sin embargo, la maquinaria funciona bien engrasada y reluce más si se refleja en el espejo de los fracasos de su máximo rival, el Barcelona. El equipo azulgrana, cuyo juego deslumbró de 2004 a 2006, parece haber entrado en un proceso de descomposición que apunta directamente a Ronaldinho, pero también a Rijkaard. Mientras el holandés baja, el alemán sube. Es la ley de los clásicos.

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