Diario de Paquillo

Día 5: Día de playa

Hoy toca descanso. ¡Por fin! Seguramente iremos a la playa ¿Quién me iba a decir a mí que la primera playa que iba a pisar este verano sería la de Japón? Nos han comentado que está bastante cerca del hotel en el que nos alojamos, a una media hora. Por eso Robin (Heffernan) y yo hemos pensado en darnos hoy un paseo, para cambiar de aires, antes de afrontar los últimos entrenamientos. Mañana tengo el último rodaje antes de la carrera, a una semana de mi debut olímpico. La semana próxima, con el de trabajo de velocidad será suficiente. Hay que reservar fuerzas.

En Japón me tratan como a un rey, cada día durante la comida el chef del hotel saca de la despensa, con todo el cuidado del mundo, una botellita con aceite de oliva que han comprado expresamente para nosotros (los españoles). También han puesto a nuestra disposición a dos traductores japoneses que nos acompañan a todas partes y nos ayudan a comunicarnos con todo el mundo cuando vamos de compras y salimos del hotel. Un detalle, la verdad.

Aunque no todo iba a ser positivo en esto de la hospitalidad, ayer salimos a comprar una cámara de fotos y el taxista se quedó esperándonos en la puerta de la tienda media hora.

Claro, son tan serviciales que como no le dijimos nada, el taxista optó por esperarnos mientras comprábamos. Al final, con la excusa de la hospitalidad hizo el agosto y la cámara de fotos nos salió por un ojo de la cara. Pagamos la ‘novatada’. Nos costó más el trayecto en taxi que la dichosa cámara.

Día 6: Todo un metrosexual

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