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Duro regreso al pasado

  • España, sumida en la tristeza, vuelve a Rustenburgo para jugar el partido que nadie quiere jugar por la tercera plaza · Los futbolistas admiten que tuvieron que consolar a Del Bosque en la cena del miércoles

Es el viaje que nadie quiere hacer, pero la selección española de fútbol volará hoy a Rustenburgo para disputar el domingo el partido por el tercer puesto de la Copa Confederaciones. "Este último partido sobra, si no jugamos la final, no sé por qué se juega, pero habrá que jugarlo", dijo un frustrado Joan Capdevila al filo de la medianoche del miércoles tras el 2-0 de Estados Unidos sobre España.

Un partido entre derrotados por un premio menor: así se resume el choque que se jugará a partir de las 15:00 horas de mañana en una ciudad a la que España llegó el 10 de junio llena de ilusiones y regresará dieciséis días después golpeada por la inesperada derrota en semifinales.

En la Rustenburgo de hace dos semanas se hablaba de triunfos, récords y un título. Hubo triunfos y se lograron dos récords mundiales, pero el título en Suráfrica para aspirar a un triplete Eurocopa-Copa Confederaciones-Mundial ya es imposible.

Alojados en el Hunters' Rest, un resort de 6.000 hectáreas con piscinas climatizadas -buen lugar ante la ola de frío polar que azota Suráfrica-, campo de golf de nueve hoyos y horizontes con las montañas como límites, los españoles vivirán sus últimos tres días en este país lejos de Johannesburgo, la ciudad en la que se luchará por el título.

Y, sin una sorpresa de por medio similar a la de Estados Unidos ante España, Íker Casillas seguirá con las ganas de medirse a Brasil, un partido imaginable para una final, no para un tercer puesto. "Teníamos ilusión de jugar contra Brasil, personalmente nunca lo hice", admite el guardameta.

Pero el horizonte inmediato es el tercer puesto, que Carles Puyol dice que hay que jugar con la máxima motivación posible. "Hay que jugarlo, está montado así. Siempre cuando estás por llegar a la final y pierdes es duro. Estamos con ganas de quedar terceros, y es cierto que todos tenemos ganas de vacaciones, pero hay que luchar hasta el final".

La noche española tras la derrota fue larga. En la cena se habló del partido, de los errores, de por qué se falló ante un equipo estadounidense que jugó tal como se preveía, y al que sin embargo no se pudo neutralizar.

En situaciones así, confesó Puyol, es difícil domir. "Algunos pueden dormir, otros no. A mí me cuesta mucho se gane o se pierda".

Del Bosque fue consolado por sus jugadores, aseguró el arquero del Real Madrid. "Él también está dolido, es el primer torneo importante que tiene como seleccionador. En la cena fue consolado por todos los jugadores. Esto también nos hace más fuertes de cara al futuro y nos refuerza de cara a la clasificación para el Mundial".

Un Mundial que es el objetivo inmediato de España, que jugará el 12 de agosto en Macedonia un amistoso ante la selección local y el 5 de septiembre en La Coruña ante Bélgica por la clasificación para Suráfrica 2010.

Pero antes espera el Royal Bafokeng Stadium para el partido que nadie, nunca, quiere jugar.

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