Es fácil tirar del tópico una vez que han ocurrido los hechos. El triunfo en la visita al Deportivo coincidió el con el debut de José González como 'mandamás' en el banquillo del Granada. Se puede considerar que fue una casualidad. O no. Pero si se profundiza en lo que fue el encuentro, no hay duda de que el conjunto rojiblanco ofreció otros argumentos de los expuestos hasta entonces.

la defensa

No está de más recordar lo que se ha repetido hasta la saciedad desde que comenzó la temporada: la salvación del Granada, si es que se logra al final, pasa de forma indiscutible por mejorar el trabajo defensivo. Durante todo este tiempo el Granada ha hecho agua en la retaguardia, tanto que el encuentro de La Coruña fue el segundo que termina con Andrés Fernández imbatido. Claro que visto de otra manera, los números indican que han sido 24 los partidos en los que los rojiblancos han tenido que sacar al menos una vez el balón de su portería. Así no había manera.

seriedad

Lo que no es casualidad es lo que ofreció el Granada en Riazor a la hora de defender, con todos los jugadores implicados en evitar que el rival marcara. Ahí se tiene que ver la mano del nuevo entrenador. Ya se ha dicho por ahí que José González debe ser el tío más serio de Cádiz. Esto es lo de menos, pues la seriedad que aquí interesa es la de su trabajo y la que irradie su equipo cuando esté sobre el terreno de juego.

esperanza

Desde luego es demasiado pronto para sacar conclusiones. González sólo ha dirigido un encuentro al Granada. Pasado mañana jueves tiene otra prueba de fuego, pues ante el Sporting no cabe otro resultado que no sea la victoria. Lo que sí se puede afirmar es que en el vestuario rojiblanco corren otros aires.