Copa Libertadores

Comienza la cuenta atrás

  • Boca Juniors y River Plate se ejercitaron ya ayer en Madrid

  • Benedetto y Ponzio esperan un partido vibrante que transcurra con normalidad después de todos los hechos acaecidos

Tevez (c) y Carlos Izquierdo (I), durante el entrenamiento

Tevez (c) y Carlos Izquierdo (I), durante el entrenamiento / efe

La cuenta atrás para el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores ya ha comenzado, después de que tanto Boca Juniors como River Plate realizaran ayer en Madrid su primer entrenamiento en España. El mensaje en ambos equipos es claro, ganar, pero siempre dentro de que todo transcurra en un cauce de normalidad, como manifestaron ayer distintos protagonistas de ambos equipo.

El más contundente en el conjunto xeneize fue Darío Benedetto. “Ojalá que sea para tener una final que sea un espectáculo, tenerla en paz y que aprendan de verdad en Argentina, que nos está haciendo mucha falta”, opinó el delantero tras esa primera sesión de trabajo en la Ciudad del Fútbol de la RFEF en Las Rozas.

Preguntado por la autorización judicial obtenida en Buenos Aires por uno de los jefes de la barra brava de hinchas radicales de Boca La 12, Rafael di Zeo, para viajar a España, Benedetto señaló que si le han autorizado "por algo será. No son temas de los jugadores, es hincha; si lo han podido habilitar por algo será, bienvenido sea porque es un líder histórico de la barra”, aseguró, aunque en las últimas horas, según la prensa, Di Zeo habría tomado la decisión de no viajar al poder ser deportado de nuevo a Argentina por la Policía española.

Mientras tanto, River Plate se entrenó en la Ciudad Deportiva del Real Madrid en Valdebebas en una sesión de trabajo tranquila y con muy buen ambiente. Antes de la misma, el capitán del conjunto millonario, Leo Ponzio, atendió a la prensa para expresar un mensaje claro. “Ya estamos en tierras españolas y hay que pensar en lo que viene. Hay que tratar de adaptarse al nuevo horario y al ritmo de aquí. La cabeza ya está amoldada desde que se tomó la decisión de que se jugara acá. Pasó casi un mes de la primera final, pero estamos enfocados en esto y sabemos lo que queremos”, dijo el centrocampista, que lamentó que la gran mayoría de la afición de River no pueda estar en este partido: “Hay mucha gente que quedó dolida, pero no lo vamos a remediar con palabras, solo con resultados. Las 66.000 personas que estuvieron en el Monumental van a ayudarnos y van a estar con nosotros. Vamos a defenderlos en el campo”.

Por último, el futbolista argentino no quiso entrar a polemizar sobre algunas de las acusaciones que se hicieron por parte del entorno de Boca Juniors después de esos episodios de violencia que afectaron a jugadores del equipo rival: “Mucho de lo que se dijo no fue verdad. Nosotros actuamos de la mejor manera. Nos solidarizamos desde el primer momento”.

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