Dispuesto a dar continuidad a la solvencia con la que despachó su primer partido de Liga en Santander, el Barça vuelve a disputar un encuentro de Liga en el Camp Nou recibiendo al recién ascendido Hércules con la intención de mantener la fluidez de su juego, basado en la calidad de jugadores como Xavi, Iniesta o Messi .

El Barcelona, que no pierde en casa en Liga desde mayo de 2009, ante Osasuna, cuando ya era campeón, llega con las máximas garantías futbolísticas y con una sola preocupación, el estado físico de la mayoría de sus titulares después de una semana de compromisos de selecciones.

Pero más allá del desgaste físico, y sin lesiones de por medio (sólo Puyol permanece en la enfermería, aunque a punto de recibir el alta), el Barcelona comparecerá de nuevo ante su público con la etiqueta de ser un equipo prácticamente imbatible, al menos en la Liga, donde no pierde desde el mes de febrero (una derrota en todo el curso pasado, ante el Atlético), tras demostrar su solidez defensiva y su facilidad para anotar.

En el Real Madrid Cristiano Ronaldo se ha recuperado de su lesión de tobillo para apuntarse a última hora al estreno de su compatriota portugués José Mourinho en el estadio Santiago Bernabéu, al frente de un Real Madrid que recibe al Osasuna de José Antonio Camacho, con quien ha intercambiado elogios.

El intercambio de piropos entre Mourinho y Camacho han marcado la previa. "Hay que agradecer a Mourinho su presencia en la Liga", dijo el técnico de Cieza. "Le admiro porque en un hombre verdadero, que no es hipócrita ni tiene miedo de decir lo que piensa. Es honesto. Espero que el Bernabéu le reciba como merece", respondió el portugués.

Ahora, la cita llega con un Madrid en plena construcción pero sin licencia para el fallo tras su mal estreno. El empate en Mallorca y la fortaleza que crea Mourinho en casa -lleva ocho años sin perder como local- son acicates para una rápida reacción.

El Atlético de Madrid, líder tras su goleada en la primera jornada al Sporting de Gijón, visitará San Mamés, en lo que se presupone será un magnífico test tanto para calibrar el nivel del conjunto colchonero como la validez del nuevo proyecto bilbaíno.

Mientras, el Valencia se estrena como local ante el Racing de Santander con el objetivo de poner fin al buen rendimiento del equipo cántabro en Mestalla en las últimas temporadas.