Fabri había desaparecido de la circulación tras ser destituido entre lágrimas el pasado mes de enero. Salió por la puerta grande de Los Cármenes en su despedida, un grupo político hasta pidió una calle para recordar que había sido el entrenador de los dos ascensos consecutivos, pero tras la irrupción de Abel Resino en el banquillo y las dos victorias consecutivas que llegaron de su mano, se había apagado su recuerdo.

Ha dejado pasar un tiempo prudencial. No quiso ver al que había sido su equipo porque todos los recuerdos estaban demasiado recientes en su cabeza. No quería sentirse desbordado por las emociones, pero pasado más de un mes decidió que era el momento de aparecer mezclado en la grada como un aficionado más. Me lo crucé por casualidad a la hora del desayuno en un hotel cercano al Vicente Calderón.

El gallego estaba muy relajado y acompañado por amigos granadinos, entre ellos la propietaria de la agencia de viajes Granada Online. Saludó con afecto a todo el que se cruzó con él. Algunos seguidores rojiblancos estaban también alojados en ese establecimiento hotelero y lo identificaron con cariño. Su intención era ver al Granada CF en vivo, ya desprendido de la tensión de los banquillos.

Por su forma de jugar le debió recordar al que él había dirigido durante casi dos años. Fue un equipo más rácano, con escasa profundidad ofensiva y más pendiente de contener a su rival. Las bajas le condicionaron su forma de jugar. Fabri lo vio desde la grada, relajado y puede que acusando el mono de banquillo. A partir de ahora seguro que lo verá más. Siempre llevará en su corazón a un equipo en el que triunfó.

Al final hubo mayor presencia de aficionados granadinos que la que se imaginaba. En torno a un millar de seguidores transmitieron ánimos desde el principio en la parte superior de uno de los fondos. Alguna peña llegada desde Íllora. El Frente Atlético animaba a los suyos y la fiesta estaba en paz, pero la armonía se rompió tras ser expulsado Henrique. Los seguidores del Granada CF se metieron con el Cholo Simeone, el alma de los atléticos, y eso encendió la mecha. Respondieron con cánticos de 'A Segunda', en alusión a lo que deseaban para el equipo granadino. Más calificativos después en tono despectivo y un clima de buen rollo que se acabó por haberse insultado al emblema de los colchoneros.

Lo que había sido una fiesta en las gradas terminó de mala manera. El Frente Atlético no calló y volvió a insistir con el partido ya acabado. Los colores rojiblancos se habían mezclado junto a la ribera del Manzanares. El tanto de Falcao en el descuento hizo rugir más aún a los aficionados locales, que lanzaron más improperios a los seguidores del Granada CF. Ésa es la afición que le gusta a Simeone, a la que alabó cuando valoró el desarrollo del partido en la sala de prensa.