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"Ferrari me ha devuelto a la niñez"

  • El piloto español asegura que subirse al monoplaza italiano es "el sueño de cualquiera"

La primera vez que Fernando Alonso se subió a un coche tenía dos años y, ahora, veintiséis después, el piloto de Fórmula 1 asegura que Ferrari le ha devuelto «a la niñez», porque subirse al monoplaza «es el sueño de cualquiera» y el rojo era el color de sus coches de juguete.

Supersticioso, reservado, perseverante, amante del póquer y poco lector. Así se perfila Alonso en una entrevista en forma de test que publica hoy el diario italiano «La Stampa» en la que asegura que «no habrá día en que no piense en el equipo (Ferrari)» y que, aunque «no pueda garantizar resultados», dará «todo y siempre».

Alonso, que ha llegado a conducir un coche a 372 kilómetros por hora, asegura que «la velocidad da respeto, nunca miedo» y que la primera cualidad de un campeón es «soportar la presión»,la de los medios de comunicación y la del equipo.

"Cuando el piloto pone el pie en el acelerador, es sólo el último anillo de una cadena de centenares de personas que trabajan para él», asegura.

Con Robert Kubica y Giancarlo Fisichella comparte en el 'paddock' otra de sus pasiones: el póquer. «Juego con los números» -confiesa- «lo importante es que el resultado sea catorce, porque es el número con el que vencí mi primer mundial de karts».

El periodista le menciona una lista de nombres de personas para que el piloto español haga una definición sobre ellas.

De Juan Carlos I, Alonso señala que no ha conocido a «un fanático del deporte más entusiasta» que el monarca español;del presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, dice que es «capaz», mientras que «simpático» es la palabra con la que define a Silvio Berlusconi.

"Veloz» para Felipe Massa, «listillo» para Bernie Ecclestone y «trabajador en relación a Michael Schumacher, son otros de los calificativos que Fernando Alonso dedica a personajes de la Fórmula Uno.

Para el piloto de Ferrari, «los suizos» son los mejores conductores de Europa, los más «respetuosos», mientras que españoles e italianos son los más «indisciplinados».

De los cinco libros que se han escrito sobre su persona -"todos han sido escritos con prisa para ganar dinero cuando me hice famoso», sentencia-, el español asegura que no ha leído ninguno. «No soy un gran lector», confiesa.

Alonso, que en sus ratos libres también se dedica a la interpretación -le gusta imitar al ex presidente del Gobierno español Jose María Aznar y ya está «estudiando» cómo hacerlo con el presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo- no descarta convertirse algún día en actor -"quién sabe"-. Pero asegura que, dentro de diez años, se ve «en casa en el sofá».

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