Granada cf | Cádiz · la crónica

Fútbol vibrante y goles

  • Emoción Granada CF y Cádiz protagonizan un partido intenso en el que hubo muchas alternativas en el marcador Al ataque Ambos equipos demostraron calidad y capacidad para crear ocasiones de gol

Granada CF y Cádiz no defraudaron a los más de 7.000 espectadores que se dieron cita en Los Cármenes en una tarde pasada por agua. Pese a que la climatología no acompañó, sí hubo oportunidad de ver fútbol del bueno, algo que no es habitual en los encuentros de Segunda División B. Fue un duelo eléctrico, intenso, lleno de alternativas en el marcador, protagonizado por dos equipos que jugaron con descaro, más pendientes de atacar que de defender, y que lograron entretener a los aficionados. Cualquiera se pudo llevar los tres puntos hasta el último momento. El conjunto amarillo aúna calidad y pegada a partes iguales y no perdonó en la mayoría de sus aproximaciones al área.

La lluvia no impidió ver un partido vistoso. Las sensaciones cambiaron de un lado para otro. El conjunto rojiblanco se las prometía felices con un gol tempranero, pero después regaló otro y las fuerzas se equilibraron mucho. Por dos veces se adelantó el conjunto amarillo, pero cuando peor se pusieron las cosas el Granada CF supo reponerse y logró igualar dos veces. Con la expulsión de Fleurquin fueron los locales los que más apretaron y dispusieron de las mejores oportunidades. Morales tuvo la más clara, pero de forma incompresible la desaprovechó y en el descuento fue Enrique el que perdonó.

El equipo de Braojos estuvo a la altura y sujetó a los jugadores más peligrosos de su oponente. El entrenador del Cádiz, Javi Gracia, dispuso una defensa que en muchas ocasiones se adelantaba, y eso fue lo que propició el tanto de Óscar Martínez. Un buen pase de Vicente entre líneas logró derribar ese muro defensivo. Ese gol dio confianza a los rojiblancos, que se sintieron agusto sobre el terreno de juego y consiguieron impedir el peligro gaditano. En varias ocasiones los locales cayeron en fuera de juego y eso les hizo perder algo de continuidad en el juego. Pese a que el Cádiz no hizo méritos hasta ese momento, un cabezazo hacia atrás de Morales tras el saque de una falta de Carlos Caballero propició la igualada en la contienda.

Los jugadores de banda tuvieron mucho protagonismo en este partido. El Granada CF utilizó esa vía como alternativa para desbordar. Javi García, Candela, Lafuente y Vicente se entendieron bien, lo que propició que por los costados se produjeran muchas llegadas al área. No hubo muchas más oportunidades claras ya en la primera parte, salvo un disparo de Óscar Martínez que fue rechazado por Casilla. Los rojiblancos tenían problemas cuando elaboraban sus ataques, al caer en muchas ocasiones en fuera de juego.

Con otro cara salió el equipo de Gracia tras el tiempo de descanso. Se hizo muy pronto con el control, se apoderó del balón y encontró rápido el premio. Una fenomenal jugada de Enrique por la derecha fue la causante del segundo gol. Su centro no encontró rematador en Toedtli, pero su rechace llegó a Raúl López, que no se le pensó dos veces para lanzar con fuerza y por bajo para superar a Félix Campo. El Granada CF acusó ese tanto, pasó por unos momentos de dudas, aunque volvió a demostrar capacidad de reacción como la jornada anterior ante el Betis B, y aprovechó un saque de esquina para empatar. Lucena, dentro del área, le dio con la cabeza después del centro de Vicente.

Otra vez se equilibró mucho el partido. Se había hecho lo más difícil, pero todo se volvió a torcer pocos minutos después. Suárez se resintió de sus molestias y tuvo que abandonar el campo. En la jugada siguiente se adelantó otra vez el equipo amarillo. En un saque de falta de Carlos Caballero desde la derecha, Fleurquin se anticipó a toda la defensa en el primer palo y remató de cabeza a placer. Un despiste en el marcaje que costó muy caro. Una vez más el partido se puso cuesta arriba.

Sin embargo, el Granada CF no sacó la bandera de la rendición. Todo lo contrario. La gran pegada del Cádiz había resultado mortal, pero pese a ello no se vino abajo y continuó insistiendo. En una de esas acciones en el área, el balón llegó a las inmediaciones de Vicente y cuando se estiró para llegar al balón cayó junto a Fleurquin. El colegiado no lo dudó y señaló el punto de penalti. Fue expulsado al recibir su segunda tarjeta amarilla. Ocaña no perdonó y estableció el empate.

Con un jugador más sobre el terreno de juego, el conjunto rojiblanco se cargó de moral y se creyó que se podía llevar el partido ante el todopoderoso líder. El Cádiz retrocedió por momentos y dio por bueno el empate. Se volvió a recurrir a las bandas y por ahí tanto Lafuente como Vicente tuvieron mucha profundidad. En una de esas oleadas se desencadenó una oportunidad para Óscar Martínez, que no aprovechó al entretenerse mucho. Después fue el turno de Lafuente.

Los puntos pudieron ir de un lado a otro. El partido se alocó en los instante finales. Morales (80') erró la más clara. Casi bajo palos la echó alta tras una gran dejada de Lafuente. Pero en el descuento pudo llegar lo peor. Enrique dispuso al contraataque de una gran posibilidad y no acertó. Fue el epílogo a un gran partido.

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