Hasta ocho jugadores de los 23 elegidos por Vicente del Bosque para buscar la defensa de la corona mundial en Brasil están pendientes de su futuro. Las horas de concentración son largas y el mensaje del seleccionador es claro: deben aparcarlo y tener la cabeza en el Mundial.

Serían nueve si David Villa no hubiese resuelto el suyo. Sabe lo que es vivir en la incertidumbre mientras se disputa una competición y en esta ocasión ha huido de lo que le pasó hace cinco años en Sudáfrica, en plena Copa Confederaciones. No bajó su rendimiento en el campo, pero fuera agrió su carácter. Dejó de hablar con los medios de comunicación y se aisló de todo. Esperaba tenso su salida del Valencia, noticias de Barcelona o Real Madrid. En el presente decidió cerrar una etapa corta pero imborrable en el Atlético de Madrid para iniciar una nueva aventura, quién sabe si la última, en el New York City.

Casillas se ha incorporado a la selección meditando su futuro en el Real Madrid. Tras una reunión con Florentino Pérez, en la que mostró sus dudas sobre su continuidad tras conquistar la décima, debe salir y pronunciarse en público para zanjar un debate que lo ha acompañado toda la temporada. La opción de una aventura lejos de España pierde fuerza, como la vuelve a ganar por impulsos del capitán.

Pepe Reina está pendiente del Liverpool y una nueva cesión tras su buen año en el Nápoles donde ganó la Copa de Italia. La opción de regresar al fútbol español y recalar en el Atlético de Madrid le agrada, pero su futuro está por resolver.

El caso más dramático es el de Cesc Fábregas, que maneja su regreso a Inglaterra tras sentirse señalado por buena parte de la afición del Barcelona, el equipo de su corazón. Su rendimiento no se valora igual y es el centro de la crítica de un año para el olvido. Chelsea y Manchester United se vuelcan por su fichaje.

En el Barcelona también deben aclarar el futuro de Xavi Hernández o Pedro Rodríguez tras la llegada de Luis Enrique. Y decidir si pagan la cláusula de Koke y el joven y brillante centrocampista del Atlético de Madrid decide aceptar un nuevo reto.

"De Koke sólo puedo decir cosas buenas. Con 22 años es de los mejores del mundo en su puesto, va a seguir progresando cada vez más y es presente y futuro de selección y Atlético", dice Juanfran sabiendo que es un deseo difícil de cumplir.

En ese baile de idas y vueltas siempre sonará la vuelta a casa de Fernando Torres si Diego Costa cierra su marcha al Chelsea y se marcha a Londres, como parece. Elniño y el Atlético de Madrid saben que ese momento llegará y sólo hay que ponerle fecha. Cada vez está más cerca.

"El mercado se puede mover pero veo a la gente muy tranquila. Hay que saber separar el futuro individual a nuestro pensamiento de defender a España y volver a ser campeones. Se habla mucho, pero veo a mis compañeros centrados en el Mundial, ya tendrán tiempo de pensar en su futuro". Son palabras de Cazorla que bien podrían ser de Del Bosque. El objetivo es aparcar los futuros.

En pleno revuelo alguno intenta captar jugadores. Juanfran es claro. "Estoy convenciendo a todo el mundo para que no se vaya nadie y a muchos de la selección para que se vengan al Atleti".