El Getafe consiguió una victoria balsámica ante Osasuna (3-0), con la que coge aire en su lucha por no descender a Segunda, y que sirve a los madrileños para pasar el testigo de los problemas al conjunto navarro, nuevo dueño de la frontera de la salvación.

Fue Muñiz Fernández quien tuvo que animar el choque. El colegiado asturiano señaló un penalti dudoso cometido sobre Mario Álvarez, que fue agarrado por Miguel Flaño en un saque de falta. El jugador de Osasuna no mereció la expulsión. La pena máxima, como mínimo, era discutible. Esteban Granero agarró la pelota, se olvidó de Antolin Panenka, y marcó el primer tanto de la tarde.

En la reanudación, Granero volvió a marcar el segundo y con los madrileños lanzados, el nigeriano Ikechukwu Uche se encargó de culminar la goleada ante un rival desquiciado.