El Atlético de Madrid dio un golpe de efecto en el Sánchez Pizjuán al llevarse una victoria importante frente al Sevilla, un rival directo en la lucha por los puestos de Champions al que deja a cinco puntos de desventaja y además con el goal average particular a su favor.

El cuadro visitante se adelantó pronto, después se dejó empatar y, más tarde, volvió a tener ventaja poco antes de que el Sevilla se quedara con diez por la expulsión de Maresca con más de media hora de juego por disputar.

Con dos equipos que presumen de ser de los más ofensivos del campeonato y de tener a los delanteros más realizadores, el choque no pudo empezar de otra manera, con continuos ataques sobre las dos porterías. Además, los tres puntos en juego eran vitales para esa cerrada lucha por conseguir un puesto en la próxima edición de la Liga de Campeones, por lo que hubo poca especulación sobre el terreno.

No obstante, el Atlético tuvo más aire en el centro del campo e hizo intervenir mucho a sus dos peligrosos atacantes, Forlán y Agüero, lo que desequilibró la balanza a favor de los de Aguirre. Así llegó el 0-1, que ponían mal las cosas al Sevilla, porque el tanto, a los diecinueve minutos, no hizo más que redoblar la seguridad de los visitantes, quienes utilizaron mucho el extremo izquierdo, algo desguarnecido por las constantes subidas de Alves.

Los de Manolo Jiménez tuvieron muchas dificultades para entrar por las bandas y abusaron del juego por el centro y con balones largos en los que la defensa madrileña se mostró segura. Pese a esto, en el tramo final de la primera parte el Atlético bajó en su intensidad, cedió metros y el Sevilla tuvo más el balón.

La segunda parte se inició con los mismos tintes con los que acabó la primera, con el mando del Sevilla, aunque la diferencia fue en que a las primeras de cambio sí que encontró el gol. Empezó otro partido con el conjunto andaluz más volcado sobre el área rival y un adversario que buscó el peligro a la contra y que logró marcar al aprovecharse Agüero de una indecisión de la defensa sevillista. Además del 1-2, el conjunto local se complicó más la vida con la expulsión de Maresca, quien le dio un cabezazo a Agüero.