El entrenador del RCD Espanyol, el mexicano Javier Aguirre, se refirió a la situación de su colega Anquela como "cosas del fútbol" y recordó que hace solo unos meses era él el destinatario de los gritos de una enfadada afición, la del Zaragoza, tras caer en la Copa contra un Alcorcón que dirigía el propio Anquela.

El debutante Aguirre dijo en la sala de prensa de Los Cármenes sobre el encuentro que el Granada tuvo "ocasiones para ganar y la posesión del balón" porque "tenían la obligación de hacerlo" aclarando sobre el resultado final que "todo lo que sea sumar, en este momento, es bueno".

"Estuvimos mejor defensivamente que ofensivamente, el trabajo de los futbolistas fue ejemplar" porque "había que tener combatividad, espíritu de equipo", añadió el técnico, quien tenía claro que "no podíamos jugar de tú a tú al Granada porque nos hubiera pasado por encima".

Aguirre, quien destacó que su meta Cristian Álvarez "estuvo a un nivel altísimo", considera que "con dos entrenamientos era muy difícil tocar" por lo que "había que cerrar la puerta y apretar los dientes" a la espera de "seguir creciendo y continuar creyendo en nuestras posibilidades".

El mexicano, que estuvo con "buenas sensaciones" en su regreso a la Liga español, destacó que "es muy bonito jugar" en un ambiente como el vivido en el Nuevo Los Cármenes.