La Vuelta 2008, que saldrá de Granada el 30 de agosto y terminará en Madrid el 21 de septiembre, apostará fuerte por la montaña en beneficio de los escaladores, que disfrutarán de cuatro finales en alto, incluidos el Angliru, que vuelve después de cinco años de ausencia como principal novedad, y una cronoescalada de 16 kilómetros en Navacerrada en la penúltima jornada que definirá el podio final.

El recorrido fue presentado ayer en Madrid en un acto que tuvo lugar en IFEMA con representación de organizadores, patrocinadores, equipos ciclistas y políticos, entre ellos, Sebastián Pérez, concejal de Presidencia y Relaciones Institucionales, que acudió en representación del alcalde Torres Hurtado, quien excusó su asistencia por problemas de agenda.

En el recorrido, los Pirineos y Asturias ofrecerán escenarios de gran dureza con seis etapas temibles de montaña tras una primera semana de tanteo, en la que sólo cabe destacar la cronometrada por equipos inicial en la capital granadina, en la que se conocerá el primer jersey de oro, y otra contrarreloj individual que tendrá lugar en Ciudad Real con un recorrido de 40 kilómetros. Será una semana por Andalucía y La Mancha en la que los esprinters deberán aprovechar sus opciones.

Tras la llegada a Toledo en la sexta etapa será la primera jornada de descanso. El pelotón hará un traslado maratoniano hasta Barbastro, punto de salida para llegar hasta Andorra-La Rabassa (2.050 metros) en la séptima etapa, de 224 kilómetros, la más larga de esta edición y primer final en alto fijado en el puerto del Principado, que deberá ser superado en dos ocasiones.

Un día después, segundo asalto pirenaico, con tope en Pla de Beret, después del paso por el Cantó y La Bonaigua (2070 metros, techo de la Vuelta), entre otros. La carrera saldrá de los Pirineos una novena etapa tipo serrucho, en la que habrá que superar los altos de La Foradada (2ª) y Sarralbo (1ª), jornada que puede pasar factura después de las dos anteriores. Después de dos etapas de transición, con finales en Zaragoza y Burgos, donde los velocistas tendrán opciones de gloria, la Vuelta se presenta en la cornisa Cantábrica.

La 12ª etapa entre Burgos y Suanzes, que dará paso al segundo día de reposo, presenta media montaña apta para grandes aventuras, con La Lunada y el Alto del Campillo como obstáculos. 'El día del Angliru' será el 13 de septiembre en la decimotercera etapa. Fiesta mayor con un perfil terrible que incluye 4 puertos en los 199 kilómetros de recorrido. Los sufridos corredores habrán de afrontar antes del 'Mortirolo español' los altos de Ortiguero, Fayab de los Lobos, La Colladiella y El Cordal.

Una fecha para la historia. La Vuelta llegará a la cima asturiana por cuarta vez y después de cinco años de ausencia. Después del Angliru y si quedan fuerzas, el menú ofrece un trayecto de 158 kilómetros entre Oviedo y la Estación de Fuentes de Invierno, novedad en la carrera, con 6 puertos, récord entre las 21 etapas del recorrido. Antes del llegar a este cuarto final en alto hay que superar entre otros La Faya de los Lobos y La Colladona.

De Asturias a León con la decimoquinta etapa entre Cudillero y Ponferrada, más media montaña en los escenarios de Somiedo y el Alto de la Mina. La transición por Zamora y Valladolid en territorios de alta velocidad llevará la Vuelta hasta Segovia, la víspera de una cronoescalada a Navacerrada de 16 kilómetros que dejará definida la foto del podio final de Madrid.

En total 3.169 kilómetros, con 40 puertos puntuables, 3 de categoría especial, 13 de primera categoría, 9 de segunda y 15 de tercera.

Ayer también se conoció que la provincia holandesa de Drenthe acogerá la salida de la Vuelta en 2009 con dos etapas, el prólogo en Assen y la primera etapa entre esa localidad, la capital, y Emmen, la ciudad más grande de la región.