El ex presidente del Bayern Múnich Uli Hoeness recuperó ayer la libertad de forma anticipada tras cumplir la mitad de su condena por evasión fiscal y dejó así abierto un interrogante en el fútbol alemán: ¿volverá a la cúpula del club bávaro?

El ex directivo de 64 años pasó su primer día en libertad condicional lejos de las cámaras en su casa de Bad Wiessee, en el sur de Alemania, y tiene previsto tomarse unas vacaciones mientras medita un futuro que podría anunciar ya en junio. "Si quiere hacerlo, posiblemente lo hará", confirmó recientemente el jefe de la junta directiva del Bayern, Karl-Heinz Rummenigge.

Hoeness evitará por el momento la exposición pública, indicaron en su entorno. Su primer acto podría tener lugar el 13 de marzo, cuando pronuncie un discurso en la entrega de un premio al ex técnico del Bayern Múnich Jupp Heynckes en Mönchengladbach.

En Múnich resonaban ayer las palabras pronunciadas por el propio Hoeness en la última asamblea del Bayern en la que participó en mayo de 2014 antes de entrar en prisión: "Y luego, cuando esté de vuelta, no me quedaré sentado sin hacer nada", les adelantó entonces.

En el mundo del fútbol alemán, la opinión es coincidente: un Hoeness dedicado sólo a su vida privada resultaría toda una sorpresa.