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Homenaje a Ballesteros

  • Aiken recuerda al cántabro tras vencer en el Open de España · Larrazábal, tercero

El sudafricano Thomas Aiken culminó su gran semana en Tarrasa (Barcelona) y se adjudicó la edición 2011 del Open de España de golf, marcada por el fallecimiento la noche del sábado al domingo del legendario Severiano Ballesteros, después de una última jornada donde supo mantener la calma para hacerse con su primera gran victoria.

Fue un día final con menos emoción de la esperada, sobre todo porque el líder, en primera posición desde la segunda jornada, estuvo nuevamente sólido y ofreció pocas concesiones, fundamentalmente en forma de errores que le desconcentrasen. Además, por detrás nadie le llegó a apretar, ni siquiera la mejor baza española, Pablo Larrazábal, que no pudo brindar la victoria a Seve, como era su propósito después de la penúltima ronda.

El catalán tuvo que lidiar con su mal comienzo, sobre todo con el lastre del error del cuarto hoyo, transformado en un doloroso doble bogey fatal que le frenó en su intento de escalar posiciones. Este falló, unido al bogey inicial, dejaron en nada su tres birdies en los primera parte del recorrido, aunque visto el juego de Aiken, la empresa podría haber sido igual de complicada.

Larrazábal, deseoso de ganar por el genio de Pedreña, no se pudo acercar nunca lo suficiente al primer clasificado y concluyó su participación con una tarjeta de 71 golpes, para un total de siete bajo par, y un óptimo tercer puesto, su segundo top 10 consecutivo tras el logrado en China hace dos semanas, muestras de que su trabajo y la ayuda de un psicólogo pueden estar dando sus frutos.

La victoria final fue para el sudafricano Aiken, un jugador que llevaba ocho semanas sin competir, y que demostró con una buena jornada final (70) ser merecedor de un trofeo que también tiene su compatriota y actual campeón del Masters, Charles Schwartzel.

Sin embargo, pese a ser considerado un tanto desconocido, el sudafricano había brillado en la gira por el Golfo con dos top 10 (Dubai y Qatar) y un top 20 (Bahréin), y entró en Tarrasa como el decimoctavo en el ranking europeo, suficientes credenciales para estrenar su palmarés.

Y es que el campeón llegó a los nueve hoyos finales del complicado diseño de Greg Norman con tres impactos de ventaja sobre el danés Anders Hansen, el rival más peligroso, y el francés Gregory Havret, pero ninguno de los dos pudo enjugar la diferencia ante el sólido juego del líder.

Éste ofreció pocas concesiones, y las que dio, no las aprovecharon. Así, a su bogey en el 13, Hansen respondió con otro, y el sudafricano sentenció en el 14 con un nuevo birdie que le dejó con cuatro de ventaja a falta de otros tantos hoyos, margen suficiente para permitirse algún fallo más (bogey en el 15) y celebrar su primer gran éxito con dos de ventaja sobre el danés. Al final, Aiken se quitó la gorra, se la puso sobre el corazón, levantó la copa y se la ofreció al golfista español más grande de la historia, un gesto premiado por una enorme ovación.

Por detrás, empatado con siete bajo par y a tres impactos del campeón, además de Larrazábal, quedó el escocés Scott Jamieson, mientras que el segundo mejor español fue el canario Rafael Cabrera-Bello, que con un recorrido final de 67 (-5), de los mejores del día, rozó los diez primeros con -4.

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