La selección española vivió ayer su primer día de concentración para la próxima Copa Confederaciones con la baja de Andrés Iniesta, quien se marchó al constatarse la gravedad de su lesión en los estudios médicos.

El futbolista del Barcelona acudió por la mañana a la clínica Cemtro de Madrid, junto al médico de la selección, Óscar Celada, y allí se sometió a una resonancia magnética que permitió observar signos de la recaída en la rotura fibrilar del muslo de la pierna derecha, sufrida en la final de la Liga de Campeones ante el Manchester United.

El seleccionador, Vicente del Bosque, decidió elegir como sustituto a Pablo Hernández, el mediocampista que protagonizó una gran temporada en el Valencia y vivirá su primera experiencia en el combinado nacional.

"Sufre una lesión con un índice de recaída muy alto, por lo que debemos velar por la salud de Andrés y no exponerlo a otra recaída. El pronóstico de recuperación es largo, de seis a ocho semanas. Andrés se ha quedado sorprendido, al ver que la lesión es más importante de lo que pensaba", explicó luego Celada.

Por ende, se cerró la polémica sobre su figura en el compromiso internacional. Apenas finalizada la temporada, el técnico del Barcelona, Pep Guardiola, advirtió de que el jugador de Fuentealbilla no estaba en condiciones para afrontar el torneo en Suráfrica, que se disputa del 14 al 28 de junio y explicó que un mal tratamiento en ese tipo de lesiones podría ser perjudicial para el resto de la carrera de un futbolista. Aun así, Del Bosque se decidió a convocarlo y esgrimió que existían "ciertas presiones sobre el jugador", que a él no le gustaban.

"Espero que ahora no se abra un debate sobre si tenía que haber ido a Suráfrica o no. Yo quería hacerlo, pero las pruebas han demostrado que no estaría en condiciones de ayudar al equipo. Que nadie se olvide de que en este asunto, el más perjudicado soy yo", aclaró Iniesta, resignado.

En tanto, su reemplazante será Pablo, quien cumplirá su primera participación con la selección española, ya que ni siquiera integró algún combinado de juveniles.

El castellonense, de 24 años, debutó en 2006 en el Valencia y luego fue traspasado al Getafe, donde se convirtió en uno de los emblemas del equipo dirigido por Michael Laudrup, que llegó a las semifinales de la Copa UEFA.

En la última temporada regresó al conjunto ché, en el que logró ganarse la titularidad en la segunda mitad de campeonato. "Con esta convocatoria se me cumplirá un sueño que tuve durante toda mi vida. Creo que ha llegado mi premio por el trabajo hecho durante toda la temporada", expresó el volante, que se une a Marchena, David Silva, Villa, Albiol y Mata para hacer historia en el Valencia, al ser el equipo que más jugadores aporta a la selección absoluta, seis. Nunca el club de Mestalla tuvo tanta presencia en la roja.