Boxeo | Campeonato EBU del peso superpluma

John Carter sueña con salvar el 2020 ganando el cinturón europeo

  • El boxeador granadino se mide al vasco Ibon Larrinaga por el título de la Unión Europea (EBU) del peso superpluma en una gran velada en la Plaza de Toros de Puerto Banús (Marbella)

John Carter, en una pelea benéfica celebrada en Armilla el pasado verano.

John Carter, en una pelea benéfica celebrada en Armilla el pasado verano. / Carlos Gil (archivo) (Armilla)

El día de la Toma, mientras los granadinos se decantaban por pasar la resaca de Nochevieja en casa o apurándola con unas tapas, John Carter estaba planificando su temporada. Su gran 2020. El que iba a ser su gran año y que todavía -doce asaltos mediante- puede recuperarse. Aquel 2 de enero de 2020, hace eones, el boxeador de Almanjáyar ponía en la mirilla el título europeo. O mejor dicho, de la Unión Europea (EBU según las siglas del organismo). Y avisaba hablando de sí mismo en tercera persona al estilo campeón: "Todavía no se ha visto al mejor Carter".

Esta noche a las 21:50 horas, el glamouroso público marbellí y los aficionados al boxeo de todo el mundo (la velada estelar con figuras como Kerman Lejarraga y Samuel Molina se podrá ver en pago por visión a través de Fite TV) se detendrán a ver a Carter aspirando a abrocharse el cinturón continental del peso superpluma en el combate que le mide al vasco Ibon Larrinaga en la Plaza de Toros de Puerto Banús.

Probablemente no será el mejor Carter como vaticanaba a principios de año cuando soñaba con ese cetro europeo a esa linda edad de 26 años para un deportista y para cualquiera en realidad. Pero el púgil granadino es consciente de que el confinamiento ha restado mucho movimiento y ha sumado kilos, y que ni habiendo intentado sortearlo entrenando con su hermano de aquella manera en el taller de carpintería familiar se ha podido planificar bien este 2020.

Claro que Larrinaga se ha tenido que confinar igual y la limitación ha sido para ambos. Además de que el boxeo, a fin de cuentas, son dos personas dando lo mejor de sí en un ring. O debería serlo. Y en ese sentido, los aficionados que siguen a Carter en su ciudad, en su barrio de la zona Norte y en el resto de España (incluso el gran cariño que le profesan en el País Vasco) saben que el torbellino granadino es puro corazón y pondrá todo lo que tiene en las manos en las manos y en la cabeza -más importante aún- para contrarrestar el ágil movimiento de piernas de un rival que asegura haber dejado atrás su obsesión por pegar más fuerte para volver a su boxeo, que no es otro que el de convertir los pies en su mejor arma e imprimir dureza y dificultad a partir del tren inferior y el complicado arte de la danza. 

Carter y Larrinaga se conocen bien dentro y fuera del ring

Carter, invicto en su carrera profesional con un récord de 12 victorias y un nulo para obtener dos campeonatos nacionales, tendrá enfrente a la persona que le burló el último combate amateur y a un conocido con el que ha hecho sparring en más de una ocasión. De hecho, Larrinaga (13 victorias y 3 derrotas como profesional) es un buen amigo y cuando acabe la cuenta de cualquiera de los dos o suene la campana del asalto número 12, el abrazo rezumará amistad verdadera y, otra vez más, la nobleza que va ligada a ponerse unos guantes.

Y claro el de Almanjáyar sueña que ese abrazo antes de la medianoche sea aupado por su equipo como campeón de Europa para salvar este 2020 que se perdió entre memes de lo gordos que nos pusimos todos en el confinamiento, entrenamientos con olor a serrín en la carpintería, vídeos de ánimo de Anthony Joshua y muchas ganas de que el boxeo fuera en vivo y en directo porque ya cansa el diferido. 

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