De los deportistas granadinos más perjudicados por todos los efectos que ha generado el coronavirus, uno de ellos es José Manuel Ruiz. El palista granadino, que tenía plaza para los Juegos Olímpicos de Tokio, ha visto cómo el evento por el que ha peleado durante los últimos años se aplaza al próximo verano.

El accitano, que pasa el confinamiento en casa junto a su mujer y su hija, reconoce que “estábamos en un momento de la temporada importante y, a nivel psicológico, el varapalo del aplazamiento de los Juegos Olímpicos fue duro por todo lo que nos hemos preparado pero una vez pasado ese momento, era lo más sensato y razonable”.

Plaza asegurada

Ruiz tenía plaza asegurada para Tokio 2020 pues “los criterios que se establecieron para acudir a Japón los he cumplido. Antes del 31 del marzo tenía que estar entre los cinco primeros y yo estaba el cuarto, por lo que tendría plaza directa”.

Sin embargo, tiene una duda y es que los últimos campeonatos del pasado mes se cancelaron y “no sé si la Federación Internacional de Tenis de Mesa va a mantener y respetar ese derecho adquirido. Se han cancelado tres torneos pero se habían disputado anteriormente 25 para puntuar y competir. Creo que es un número suficiente para que los palistas sumaran los puntos y mejorar su ranking”. Es por ello por lo que “estoy a expensas de la decisión que tome la Federación que sí ha comunicado que hasta el 30 de junio están canceladas todas las competiciones deportivas”.

Para prepararse físicamente en casa, José Manuel Ruiz ha tenido que tirar de imaginación.

Tener que ganarse la plaza de nuevo sería, para José Manuel Ruiz, “un palo duro porque, en mi caso, mis patrocinadores han apostado fuerte. Yo sabía cuáles eran las reglas del juego y eso ha hecho que en los últimos meses haya tenido que viajar mucho. He ido a Chile, Egipto, Costa Rica...y eso es una inversión importante con el objetivo de estar entre los cinco primeros antes del 31 de marzo y lo hemos conseguido”. Por tanto, confía en que “respeten ese criterio” y es optimista al señalar que “dentro de lo malo, tendré unos meses más para preparar para mis séptimos juegos”.

Mucho físico

No obstante, no cesa de trabajar en casa y, de hecho, apunta que “en el aspecto físico estoy trabajando más que nunca”. Para ello, al margen de entrenar junto a su preparador físico, José Ángel Espejo, con el que realiza sesiones virtuales, el Comité Paralímpico Español le ha proporcionado una bicicleta, por lo que “cada día hago algo de cardio”. Pero el tenis de mesa es un deporte en el que para prepararse es necesario otra persona y “ese es el déficit que tengo”, resalta.

"Los deportistas somos un ejemplo para la sociedad y ahora también lo tenemos que ser”

Para matar el gusanillo, “juego en la mesa del salón de casa con una red con mi hija y practico saques pero lo que es peloteo no puedo hacerlo”. Además, trabaja “delante de un espejo para ejecutar bien el golpeo y hacer el movimiento exacto, veo vídeos de otros jugadores para analizar rivales y poco más”.

Mensaje

Por último, lanza un mensaje claro: “Cuando la salud y la vida está en juego, el deporte pasa a ser secundario. Los deportistas somos un ejemplo para la sociedad y ahora también lo tenemos que ser, para que la gente no salga a la calle y se quede en casa”, sentencia.