La ilusión por la segunda victoria en LEB Oro puede con todo, incluso con el cansancio de tres partido en siete días, los mismos que se llevan de competición, y el haberse recorrido más allá de la península desde el pasado miércoles, cuando la plantilla del Covirán cogió el vuelo para desplazarse a Melilla. Ayer los jugadores rojinegros hicieron lo propio, aunque en autobús, para viajar hasta Vitoria, donde hoy espera Araberri, un equipo que podría definirse como de la propia liga del conjunto de Pablo Pin por evitar los puestos de descenso cuanto antes.

En pretemporada el técnico ya quiso hacer un simulacro de lo que sus jugadores se encontrarían en el arranque de competición, con dos desplazamientos en apenas 48 horas hasta Madrid y Sevilla, para enfrentarse a Real Canoe, en amistoso, y Real Betis en la ida de las semifinales de Copa Andalucía. Aquel experimento comenzó con victoria en el Pabellón de la Universiada ante Real Murcia, como hace siete días arrancó en LEB Oro ante Ourense...

Manu Rodríguez será novedad del Covirán, después de recuperarse de su lesión muscular

Pin deberá mover su banquillo ante la acumulación de minutos, contando, además, con la recuperación de Manu Rodríguez, único jugador rojinegro que aún no ha podido debutar en la competición ante la lesión muscular que le alejó del parqué la pasada semana. El granadino ha viajado con el alta médica, por lo que, salvo novedad de última hora, podrá estar y el técnico tendrá a todos sus jugadores disponibles.

También volverá a estar vestido para saltar a la cancha el base Josep Pérez, quien no actuó en el Palacio ante Ourense ni un solo minuto, pero sí estrenó la camiseta en Melilla con un discreto partido. Su aportación, junto con la de Olmos y Rubio, se antoja fundamental en un Polideportivo de Mendizorroza que apretará en busca de ver su primera victoria de la temporada.

Porque los vitorianos han cedido en las dos primeras jornadas de competición, pese a contar con el máximo anotador de la LEB Oro: Júnior Robinson, quien ha cerrado los primeros 85 minutos de juego -los totales, al haber jugado una prórroga en la primera jornada- con 80 puntos anotados. O lo que es lo mismo casi la mitad de los 188 logrados en las derrotas frente a Melilla (109-111) y Valladolid (91-79). El choque que abrió la competición para el rival hoy del Covirán tuvo un resultado más propio de la liga del otro lado del Atlántico, algo que parece complicado ver hoy ante la acumulación de minutos en pocas jornadas. Los vitorianos, sin duda, con menos kilómetros de desplazamientos, después de apenas haber hecho 500 entre ida y vuelta a Valladolid.

Cargados de kilómetros, pero con la misma ilusión del arranque de competición, el objetivo del conjunto granadino será llegar a la recta final del encuentro con opciones de victoria, algo que está muy caro en la nueva categoría. Sumar un '2-1' en la clasificación en apenas siete días sería el mejor balance posible para los rojinegros, previa a la visita al Palacio la próxima semana de un más que conocido Real Canoe.