NBA

LeBron James no es suficiente (99-89)

  • Los Magic se ponen se pone por delante en la serie 2-1 tras ganar a Cleveland con una buena actuacion de Howard.

Demasiada dureza y faltas personales se vieron en el tercer partido de las finales de la Conferencia Este que ganaron los Magic de Orlando por 99-89 a los Cavaliers de Cleveland para ponerse con la ventaja de 2-1 en la serie al mejor de siete.

Sin embargo, el pívot estrella de los Magic, Dwight Howard, que fue la estrella de su equipo al conseguir 24 puntos con nueve rebotes, defendió el juego que habían hecho durante todo el partido y aunque fue eliminado por seis personales y sólo pudo estar 28 minutos en el campo advirtió que no iban a caer en la trampa de la provocación.

"Lo nuestro es salir al campo a jugar, sin importar lo que haga el rival y mucho menos los árbitros», comentó Howard, que también recibió una falta técnica por una expresión que no gustó al referí Joey Crawford, que era su cuarta falta del partido. «No fui yo quien dijo nada, se trato de algo que salió del otro equipo».

Howard, que cometió su quinta falta técnica en lo que va de temporada ya sabe que con siete la suspensión por un partido es automática y para nada quiere que eso suceda.

"No soy ningún estúpido y por lo tanto no hice nada para que me la pitasen, pero de cualquier manera, lo nuestro será salir al campo, luchar de principio a fin para conseguir la victoria», subrayó Howard. «No podemos preocuparnos por nada, ni estar pendientes que tipo de faltas pitan los árbitros».

Howard reiteró que nada de eso iba con la filosofía del equipo, que no era otra que la de salir al campo y «jugar al baloncesto».

Algo que han hecho los tres partidos para ser superior en el juego de equipo a los Cavaliers, aunque estos ganasen el segundo con el triple milagroso de James, y que de alguna manera les ha servido de motivación de cara al tercero.

"Estábamos ya hartos de ver en todas las televisiones la misma repetición de la jugada, sin que se diese mérito a todo lo que nosotros hicimos en el campo», destacó el turco Hedo Turkoglu. «También sabíamos que iban a llegar con la actitud de jugar fuerte, pero estamos preparados para el reto».

Los árbitros también que para cortar los codazos, empujones y entradas duras, al final del partido señalaron nada menos que 58 faltas personales, dos técnicas y una flagrante.

El peor parado fue el base Mo Williams, de los Cavaliers, que recibió un codazo del escolta Anthony Johnson, y necesitó cuatro puntos de sutura para cerrarle las dos heridas que le abrió por encima y debajo del ojo izquierdo.

"Fue un golpe innecesario», comento James, que aportó 41 puntos, pero no pudo salvar a su equipo como lo hizo en el segundo partido, porque el resto de los compañeros no pudieron superar la defensa de los Magic, que los limitó a sólo un 37,2 por ciento de acierto en los tiros de campo, el más bajo en lo que va de la fase final.

James, que estableció su mejor marca como profesional en la fase final al anotar 18 puntos desde la línea de personal, en 24 intentos, también falló cinco decisivos en la segunda parte.

"Ha llegado el momento de tener que hacer mejor las cosas como conjunto», admitió James, que llegó al séptimo partido en las finales con 40 o más puntos, el mejor de la NBA desde que llegó al profesionalismo en el 2006. «Los Magic son un equipo muy bueno».

Sin embargo, ningún otro jugador de los Cavaliers anotó más de 15 puntos y solo dos tuvieron dobles dígitos, Williams (15) y el pívot lituano Zydrunas Ilgaukas para dejar al equipo de Cleveland con marca de 2-4 ante los Magic en los enfrentamientos que han disputado ambos en lo que va de temporada.

"Todos somos conscientes dentro del equipo que para el cuarto partido tendremos la gran oportunidad de luchar por el empate de la serie y dejar atrás lo que hemos hecho hasta ahora», valoró James. «Estoy convencido que el equipo sabrá reaccionar ante la gran responsabilidad que tenemos con nosotros mismos y los seguidores».

No será fácil para los Cavaliers reinventar un mejor juego de equipo porque no lo han hecho durante toda la temporada, a pesar de tener la mejor marca de la liga, porque dependen por completo del factor James y ante un rival como los Magic ya ha quedado comprobado que sólo sus acciones pueden desequilibrar y hacer diferencia.

"Estuvimos todo el tiempo en el partido y con opción al triunfo hasta el último minuto, cuando ellos consiguieron los puntos decisivos e hicieron buena defensa», comentó Mike Brown, entrenador de los Cavaliers. «No será fácil, pero tenemos todas las opciones de ganar en el cuarto».

Por su parte, el entrenador de los Magic, Stan Van Gundy, dijo que su equipo, a diferencia de lo que había sucedido en los dos primeros partidos, esta vez si estuvo en control del juego desde el inicio y eso se notó en la manera positiva como lo acabó.

"Hicimos algunas cosas mucho mejor que en los dos primeros partidos, aunque nuestro ataque no fuese tan efectivo», comentó Van Gundy. «No hemos ganado nada todavía, pero si estamos en el buen camino».

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