Jorge Lorenzo volvió a marcar el ritmo en los entrenamientos oficiales de MotoGP, la tercera de las tres posibles, con todos sus rivales tras su estela menos el australiano Casey Stoner, a quien problemas en su moto lo acabaron relegando a la novena plaza.

El piloto balear logró además del mejor tiempo un nuevo récord del circuito de Estoril (1:35.715) con Dani Pedrosa y Valentino Rossi por detrás de él en la primera línea de la parrilla de salida. La incógnita surge con posterioridad al éxito conseguido, pues, como en las anteriores citas mundialistas, Lorenzo deberá responder a dos cuestiones. La primera es saber si tiene ritmo suficiente para mantenerse al frente de la carrera; y la segunda si aguantarán sus antebrazos, ya que aunque no existe un diagnóstico exacto podría sufrir de síndrome compartimental y no aguantar las 28 vueltas a las que está programada la prueba.

Pero más problemas que Jorge Lorenzo tiene el actual campeón del mundo, el australiano Casey Stoner, quien no ha podido pasar de la novena posición de entrenamientos, con el resto de pilotos Ducati mucho más atrás, lo que pone en evidencia que existe un error de concepto en la nueva Desmosedici que trae de cabeza a todos en la escudería.

En el cuarto de litro, el italiano Marco Simoncelli fue el más rápido el primer día y volvió a repetir clasificación en la calificación sin que ninguno de sus rivales le pudiese inquietar. Quien más se le acercó fue Álvaro Bautista, que se vio favorecido por la caída de Álex Debón al final de los entrenamientos y que acabó séptimo. Peor parados acabaron Héctor Barberá, Héctor Faubel y Julián Simón, noveno, décimo y undécimo, respectivamente.

En 125 c.c. la pole fue para el italiano Simone Corsi, con su compañero de equipo Nico Terol como mejor español, ya que saldrá en tercera posición. El vigente campeón del mundo, el húngaro Talmacsi, sólo pudo ser noveno, mientras que Gadea y Olivé partirán desde la segunda línea.