Fútbol l Liga BBVA

El Madrid mete presión

  • La escuadra 'merengue' apabulla al Betis con media docena de goles en la primera mitad y, tras el tropiezo del líder, reduce su desventaja a siete puntos

El Real Madrid vapuleó al Real Betis, desplegando su mejor fútbol de la temporada en el estadio Santiago Bernabéu, con su afición en pie ovacionando el estilo de juego que aparece en el momento clave de la temporada, para rebajar a siete puntos la distancia del Barcelona y encarar con fe la eliminatoria ante el Liverpool.

Impuso un ritmo fuerte desde el saque inicial el Real Madrid y a los siete minutos Gonzalo Higuaín abría la goleada, mostrando una elogiable tranquilidad ante el portero rival. Después Huntelaar justificó su fama de goleador con dos tantos. El primero de ellos tras fallo de Ricardo a centro desde la izquierda de Heinze; y el segndo, a 24 minutos, culminando una jugada de Lass.

Aturdido el Real Betis, sólo Oliveira demostró su calidad. Él solo se fabricó el tanto de la honra, a la media hora; y posteriormente, tras un error de Casillas, a punto estuvo de lograr el segundo. Del gol que habría metido al Betis en el partido se pasó a la sentencia. Apareció el poderío del capitán. Con Raúl haciendo un despliegue entre la media y la delantera, firmó dos goles para enmarcar. El primero con un zurdazo desde la frontal del área ajustado al palo y el segundo con su clásico balón picado ante la salida del portero.

En plena fiesta, una falta botada por Heinze, la remataba a la red en plancha Sergio Ramos. En pie. Todo el público del Bernabéu, salvo los 2.000 béticos, despidió a los jugadores del Real Madrid al final de la primera parte. Seis goles en 45 minutos, cuando había marcado siete en los últimos cinco partidos como local.

Con el objetivo conseguido, Juande Ramos retocó su equipo. Dio descanso a Cannavaro, Higuaín y Raúl, y minutos a Robben, Sneijder y Guti. Todos ellos regresaban de lesiones musculares y el ritmo bajó.

Undiano Mallenco pudo pitar el final del encuentro en el descanso. El Betis no tenía fe para mejorar su imagen y al Real Madrid le bastaba con lo mostrado. Así, sólo la velocidad de Robben y algún pase entre líneas de Guti, levantó aplausos de una grada que explotó con los goles del Espanyol.

Como si fuese un día en el que se jugaba un título, los goles del Camp Nou fueron cantados al momento en el Bernabéu. No cantaron más del Real Madrid y eso que Robben tuvo una clara, Marcelo desperdició dos, Ricardo sacó un tiro potente de Sneijder y el palo impidió el tercero de Huntelaar. Mientras, Casillas sólo intervino una vez, en un mano a mano que salvó ante Oliveira.

Fue el fin a la racanería blanca. Un triunfo que necesitaba Juande Ramos, para quitarse la fama de defensivo con diez goles a favor en dos partidos, y el Real Madrid para llegar crecido a la hora de la verdad. Creer en la remontada al recortar a siete puntos la distancia del Barcelona y soñar con la Liga de Campeones. Quién se lo iba a decir a Schuster. Y a Ramón Calderón.

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