El Sevilla fulminó por 3-0 al Real Madrid, muy perdido y con muy poca intensidad para sacar algo de un feudo como el Sánchez- Pizjuán, con una primorosa primera mitad en la que dio un baño de realidad a un equipo madridista que dejó pasar la opción de situarse líder tras la derrota del Barcelona en Leganés.

Los sevillistas, con un gran partido en el que superaron en tensión, garra y juego a un Madrid apagado y sin control ni pegada, cimentaron un triunfo que le aúpa a la zona alta en un primer tiempo de mucha calidad, en el que golearon con un doblete de Andre Silva y un tanto de Ben Yedder, tras lo que a los madridistas ya les fue muy difícil reponerse pese a intentarlo en la segunda mitad.

El Real Madrid comenzó este duelo siempre pasional y eléctrico, en un Sánchez-Pizjuán que suele ser un infierno para los merengues, sabiendo del tropiezo del Barcelona en Leganés y de que puntuando le arrebataba el liderato. Un plus más de motivación para el equipo ayer de rojo.

Machín apostó de nuevo por dos puntas, Ben Yedder y Andre Silva, que tan buen resultado le dio el pasado domingo, y con gente creativa en el medio como Sarabia y los argentinos Franco Vázquez y Banega, el equipo andaluz salió como un ciclón, con las ideas muy claras e intensísimo ante un Madrid tibio, timorato. El Sevilla arrancó eléctrico, con gran ritmo, y a los 13 segundos ya pudo marcar con un tiro cruzado de Silva que rechazó Courtois y luego fue Ben Yedder quien lo buscó con un cabezazo demasiado centrado, lo que fue toda una declaración de intenciones.

Los madridistas empezaron dormidos, desde pronto dieron muestras de estar totalmente perdidos y fueron superados por el brío y buen juego de los hispalenses, que hallaron el premio a su inteligente planteamiento de presión para provocar pérdidas y de fútbol vertical y rápidos ataques recién rebasado el primer cuarto de hora.

Fue tras un robo de Sarabia, en una de las primeras de las muchas pérdidas cometidas por el Madrid, que aprovechó Jesús Navas para ceder hacia atrás y que Andre Silva lograra el 1-0.

Este golpe para un Madrid empequeñecido, asfixiado por el empuje local y sin claridad alguna en una primera mitad desastrosa de los de Lopetegui se agravó en el minuto 21, cuando el luso hizo el 2-0, su sexto gol en Liga, tras un rechace de Courtois a tiro de Navas después de una contra iniciada a la salida de un córner visitante.

De la poca mordiente e inoperancia madridista da idea que su primera ocasión clara llegó a los 23 minutos con un tiro de Gareth Bale, el más entonado de su equipo, al poste izquierdo de Vaclik.

En plena debacle madridista, el Sevilla siguió haciéndole daño a un Madrid que nunca halló vías para atacar con criterio, ni subió su intensidad para frenar el aluvión de llegadas sevillistas. El equipo de Machín avisó con un tiro al larguero del Mudo Vázquez en el 33 y ridiculizó más al Madrid seis minutos después, en el 39, con el 3-0, obra de Ben Yedder, al rematar como le venía un globo de cabeza enviado por Vázquez.

En la reanudación, el conjunto de Lopetegui salió enrabietado y decidido a acosar la meta local, pero casi siempre se precipitó ante un Sevilla serio y ordenado atrás y que, ya con un nivel de presión algo inferior, se encomendó a las salidas a la contra, aunque sin éxito.

Luka Modrid marcó a los 53 minutos, tras una incursión por la derecha, y el árbitro concedió el gol en primera instancia, aunque luego lo anuló por un fuera de juego justo tras intervenir el VAR. Esto no desanimó a los merengues, que se quedaron con diez al retirarse lesionado en el 76 Marcelo cuando Lopetegui había hecho los tres cambios.

El Madrid volvió a achuchar al Sevilla y tuvo varias ocasiones para acortar distancias, pero, sin duda, ésta no fue su noche en un Sánchez¡-Pizjuán que festejó su sexto triunfo liguero en las siete últimas visitas del campeón de Europa.