Marcos Alonso, nuevo entrenador del Granada 74, asume su llegada al equipo andaluz como "un reto" y espera que "las cosas salgan bien para poder continuar un año más".

El preparador cántabro, que ya dirigió ayer su primer entrenamiento con el 74, ha sido presentado hoy en su nuevo cargo, en el que sustituye a Antonio Tapia y al que llega con su ayudante de siempre, Richard Barral.

Alonso ha explicado que su llegada al Granada 74 supone "un reto", ya que todo "es más difícil por el hecho de no hacer pretemporada con estos jugadores" y de "llegar cuando sólo faltan ocho jornadas".

"Tengo claro que lo que tengo que hacer es arriesgar", ha añadido el entrenador, quien ha precisado que eso es algo que ha "hecho siempre como entrenador y como jugador" y que por lo tanto está "acostumbrado a ello".

Sobre el sistema de juego a aplicar, Marcos ha dicho que "el sistema lo ponen los jugadores" y ha aclarado que igual las dimensiones del campo en el que juegan los partidos como local -el Escribano Castilla de Motril- "te obliga a hacer un fútbol más directo".

"Siempre he intentado jugar bien al fútbol y mis equipos siempre han creado ocasiones", ha destacado el cántabro, quien también ha explicado que ha aceptado la oferta del Granada 74 porque "estaba en el paro y lo que todo entrenador quiere es entrenar".

Marcos Alonso ha precisado, en este sentido, que "si estás fuera de la rueda de técnicos y en el paro, no te va a llamar el Real Madrid".

El director deportivo del Granada 74, Quique Pina, por su parte, ha aprovechado la presentación del nuevo entrenador para aclarar que la destitución de Tapia se produjo porque "hacía falta un cambio y únicamente ha sido por los resultados del equipo".

El dirigente ha puntualizado que él hubiera sido partidario del despido de Tapia "tras el partido ante Las Palmas", aunque ha argumentado que se le dio "una segunda oportunidad hasta lo que sucedió en Albacete", donde el Granada 74 perdió por 3-2 el pasado domingo.