Es cierto que no ganó ningún título, pero Messi jamás olvidará 2007, el año en que convirtió goles de fábula, el año que termina consolidado entre los mejores del mundo y como protagonista de rumores de corte maradonianos.

El Nápoles quiere dar inicio a 'Maradona, parte II' contratando al argentino para así recuperar el brillo que lo llevó a conquistar dos títulos en el fútbol italiano de los años 80, aseguró ayer el periódico catalán Mundo Deportivo.

La historia surgió el mismo día en que Messi fue elegido como el futbolista 'más valioso' de la Liga, según una encuesta realizada por el diario El Mundo entre entrenadores y capitanes de los equipos de Primera. "Premio a la imaginación, al descaro y al talento", destacó el periódico al anunciar el premio "al que algunos califican como heredero de Maradona".

Maradona. Diego siempre está, y más cuando se habla de Messi, autor este año de un gol 'maradoniano', entre otras joyas. "El club al que Dieguito convirtió en uno de los mejores del planeta, el Nápoles, sueña con repetir sus días de gloria de la década de los ochenta fichando al crack barcelonista", escribió Mundo Deportivo.

"El deseo napolitano, que nació hace algunos meses casi como la bravuconada de un grupo de hinchas, ha ido tomando cuerpo como proyecto a medio plazo de importantes inversores de la ciudad que ven en Messi un dinamizador de la ciudad a todos los niveles, como en su día lo fue Maradona", agregó.

Ascendido este año a Primera, el Nápoles está cumpliendo una sólida campaña en el calcio. Además de dos títulos de Liga, de la mano de Maradona, el Nápoles ganó una Copa de Italia y una Copa UEFA.

Messi, que este año convirtió ante el Getafe un gol casi calcado al de Maradona ante Inglaterra en México 86, fue elegido hace pocos días como el segundo mejor jugador del mundo, sólo superado por el brasileño Kaká.

La idea de contar con Messi nació, según Mundo Deportivo, en diferentes foros de Internet de hinchas del Nápoles, y el diario afirma que el entorno de Messi ya fue tanteado para un proyecto que "iría más allá de lo económico, del mismo modo que el proyecto de futuro del Nápoles trasciende lo deportivo. A Messi le ofrecen ser el símbolo del crecimiento de Nápoles y participar de un ambicioso proyecto urbanístico. Literalmente, están dispuestos a poner la ciudad a sus pies".

Pero para seguir adelante con el sueño el Nápoles debe sortear dos importantes obstáculos: el deseo de Messi de quedarse en el Barcelona -club en el que también jugó Maradona- y pagar la cláusula de rescisión de contrato, que asciende a 125 millones de euros. Y hay un tercero: Messi es a sus 20 años el gran ídolo del Barcelona. En parte por eso la noticia fue recibida con cierta incredulidad en Italia.