El Barcelona lo tiene claro: Lionel Messi es la bandera del equipo. Por eso, y por un conocido pacto verbal, negociará en breve una nueva revisión de su sueldo para ser el jugador mejor pagado del plantel azulgrana, por encima del sueco Zlatan Ibrahimovic.

Y el reto del argentino la próxima temporada es superar al portugués Cristiano Ronaldo y demostrar que es el número uno tanto en el campo como en las cuentas bancarias.

Joan Japorta, presidente del Barcelona, quien está en Los Ángeles con el equipo, reconoció que habrá revisión de contrato. "Existe una gran relación entre las dos partes. La voluntad del Barça es que el jugador se encuentre a gusto aquí. Es un jugador genial, de casa y es un orgullo tenerlo en el equipo porque es el mejor del mundo", manifestó el lunes.

En declaraciones a la página web del club, Laporta añadió que las negociaciones de la mejora de contrato "van a buen ritmo" y aseguró que el Barcelona "siempre hará lo posible para que Messi esté a gusto en el club, porque sabemos del compromiso del jugador".

Y, claro, se habla de dinero. Según la prensa catalana, el club pretende incrementarle el sueldo para que continúe siendo el mejor pagado de la plantilla, lo que también afectará a su cláusula de rescisión de contrato, que superará los 150 millones de euros actuales.

Messi negociará un nuevo contrato con el Barcelona para cobrar 11 millones de euros anuales más incentivos y pasar a ser el jugador mejor pagado del conjunto azulgrana. La cuenta no es difícil de hacer. Ibrahimovic es actualmente el jugador más caro del equipo con un sueldo de nueve millones de euros más incentivos.

Esa cantidad neta es menor de lo que ganaba en el Inter de Milán, su anterior equipo, aunque en el global viene a ser lo mismo por los beneficios fiscales que otorgan las leyes españoles respecto a la normativa italiana.

Ibrahimovic pasó a ser el jugador mejor pagado del Barcelona, pero existe un acuerdo verbal entre Messi y el club para que el argentino sea siempre el jugador que más gane de la plantilla, por lo que ahora se impone el compromiso de una nueva negociación del contrato.