Lionel Messi salió primero del vestuario, en silencio como desde hace un año, con el ceño fruncido de preocupación. Hace cuatro partidos que no anota goles con la camiseta argentina ni encuentra socios para la victoria y, entre tanta sequía, está cerca de no clasificarse con la selección para el Mundial. Rusia podría ser el último campeonato del mundo para el Messi de los récords en el Barcelona. Con 30 años, pensar en Qatar suena a demasiado largo plazo.

Con Messi y varios de los mejores delanteros de las ligas del mundo, Argentina ha anotado sólo 16 goles en los 17 partidos de las eliminatorias sudamericanas que disputó. Menos que el último de la tabla, Venezuela, que suma 18, y apenas dos más que Bolivia. La albiceleste anotó sólo dos tantos en lo que va del año en partidos oficiales, un penalti mal señalado ante Chile y un tanto ante Venezuela que le permitió, al menos, salvar un empate.

La falta de gol fue una constante en esta eliminatoria y no fue por falta de llegada a la meta rival, sino por problemas de definición y la ausencia de sociedades creativas. Pasaron tres técnicos y ninguno halló la fórmula secreta.

De local ante Perú, Messi dio cinco pases de gol, estrelló una vez el balón contra el palo, en otra lo rozó y dos veces la defensa le frustró el festejo. El delantero Benedetto jugó en su casa, pero, a diferencia de con Boca Juniors, donde se convirtió en el artillero del torneo 2016-17, esta vez la portería se le cerró.

La madera, la defensa visitante, la gran actuación del portero peruano Pedro Gallese. Todo se alineó para que el balón no entrara.

Lejos del bajón anímico que mostró en el segundo tiempo con Venezuela, Messi lo dio todo ante Perú para romper el empate sin goles que puso a la Argentina fuera de la zona de clasificación, desplazada por el triunfo de Chile sobre Ecuador.

El crack asistió tres veces a Benedetto, otra a Alejandro Gómez, también a Rigoni, corrió por todo el campo, retrocedió cuando vio que se necesitaba recuperar el balón y le hizo frente a la marca intensa que diseñó Ricardo Gareca, pero nunca llegó el gol.

"A Leo no se le puede pedir más. Tuvo chances, generó chances, metió pelotas de gol. Tuvimos a un Messi intenso, el que Argentina necesita", definió el técnico Jorge Sampaoli. "Sólo le faltó el gol".

El seleccionador fue claro en su mensaje de cara al decisivo partido ante Ecuador el martes -miércoles 11 a la 01:30, hora española- en los 2.800 metros de altura de Quito, donde Argentina necesita ganar para asegurarse al menos la repesca. "Si metemos el 20% de lo que generamos, vamos a ir al Mundial", advirtió Jorge Sampaoli, que aseguró estar "confiado y esperanzado" en conseguir el pase.