Un hat trick de Messi y un tanto de Dembele le dieron al Barcelona el primer triunfo europeo del curso, una amplia goleada ante el PSV Eindhoven.

Desde el principio le costó al Barça superar el físico y el oficio de los holandeses, muy bien armados atrás y con mucha proyección en ataque. Fue un partido de ataque, con dos equipos con pegada, acostumbrados a llevar la iniciativa del juego, y con pocas precauciones defensivas. Al cuadro barcelonista se le vio incómodo en las transiciones defensivas, cuando la velocidad de Hirving Lozano y de Bergwijn puso en problemas a la pareja de centrales barcelonistas (Piqué y Umtiti), que no estuvieron muy finos, especialmente el francés.

Y es que el PSV de Van Bommel tiene más gusto por el juego que el que tenía su entrenador como futbolista. Con un dibujo asimétrico de salida, buscó situar al Chucky Lozano en la zona de influencia de Jordi Alba, para aprovechar el espacio que por la derecha dejaban las subidas del carrilero azulgrana. Así, la primera ocasión fue del uruguayo Gastón Pereiro, quien , en el minuto ocho cazó un rechace dentro del área y a punto estuvo de sorprender a Ter Stegen.

Al Barcelona le costó encontrar espacios, no movía bien el balón y tampoco era demasiado preciso. La conexión letal, la que protagonizan Coutinho y Messi, era la que tenía que deshacer el entuerto, y en la primera que tuvieron el brasileño inquietó a Zoet. Luego avisaron Bergwijn, con una rosca que salió junto al palo izquierdo de la meta local, y Suárez, con un remate al lateral de la red.

Al Barça, que tenía el balón, le faltaba consistencia y desequilibrio, nada que ver con el fútbol champán de otras ocasiones y la diferencia volvió a ser Messi, en una jugada en la que Ter Stegen y Dembele fueron protagonistas. Pasada la media hora, el meta sirvió en largo para el francés y el delantero en un largo eslalon forzó una falta a cinco metros de la frontal. Llegó el momento Messi, el argentino acarició el balón, que voló a mil revoluciones y se alejó cada vez más del portero Zoet y se acercó a la escuadra izquierda. Era el 1-0 en el 32.

Hasta el final del primer tiempo, Van Bommel cambió de idea, puso a Lozano por la izquierda, pero el Barcelona ya dominó más la situación, aunque la única oportunidad fue para el PSV, con un control y un remate desviado al borde del descanso de De Jong.

En la reanudacióon dominó de salida el Barça, pero sufría cada vez que el PSV armaba alguna jugada en transición con Berwijn y Lozano, el más brillante de los holandeses. Sin embargo, las mejores ocasiones seguían siendo para el Barça con Messi y Coutinho como protagonistas.

Pese a que el Barcelona iba por delante y creaba más ocasiones, la sensación de partido incómodo, de ida y vuelta y de falta de control se apoderó del Camp Nou durante muchos minutos. Angeliño, en el 62, inquietó mínimamente a Ter Stegen, mientras Suárez, con una gran vaselina, estrelló el balón en el travesaño, poco después. Todos los temores del Barça se disiparon en cuanto volvieron a aparecer sus estrellas. Dembele realizó un magnífico control, dejó a dos rivales atrás y jugando con espacios demostró su carácter letal. Su cambio de ritmo le dio ventaja y su derechazo, imposible para el meta. 2-0, en el minuto 75. Y dos más tarde, Messi cerró la persiana del partido con el tercero y al final completó el hat-trick.

Pese a la expulsión de Umtiti en el 79., el Barça no pasó apuros para sumar la primera victoria