El Monachil se le escaparon dos puntos en las postrimerías del encuentro, pues el Porcuna igualó la contienda por segunda vez a falta de dos minutos parar la conclusión. Los locales perdonaron y al final lo pagaron.

El encuentro comenzó con un intercambio de goles poco habitual, ya que los dos primeros llegaron desde el punto de penalti. El primero fue para el Monachil, cuando Piru cayó derribado por el guardameta Juanma. La pena máxima fue transformada por Rubén. No hubo tiempo para saborear el mandato en el marcador, pues en la siguiente jugada Nico no pudo evitar tocar el balón con la mano dentro del área. Cuevas materializó el tanto para los jienense. La igualdad en el primer tiempo fue la nota predominante, pues ni granadinos ni jienenses tuvieron acercamientos peligrosos al área rival.

El segundo periodo comenzó con una clara ocasión del Porcuna. Gallo enganchó el balón desde la frontal del área y Patri tuvo que intervenir con un espectacular rechace de puños. La respuesta llegó poco más tarde de lado del Monachil. Fue en un fuerte disparo de Alberto Cuesta rechazado por Juanma que aprovechó Turrado para enviar el balón al fondo de la red. El tanto fue anulado por posición antirreglamentaria entre protestas de la parroquia local.

El partido cobró un ritmo frenético, con los dos equipos buscando la victoria. La suerte estuvo con el Monachil en el 65'. Gallo, en una jugada de billar, realizó una doble carambola al estrellar su disparo en el poste izquierdo, con rebote posterior en el derecho. Piru llevó gran parte del peligro local. Su asistencia a Alberto Cuesta pudo ser el segundo tanto azulillo, pero una vez más se encontraba en posición adelantada.

El paso de los minutos sentó mejor a un Monachil que llegaba con mas peligro. Juanse, en un balón muerto tras un córner, tuvo en sus botas el gol. No falló Turrado, que se marchó de sus marcadores para batir a Juanma por bajo (2-1). En ese momento, el Porcuna se vino abajo, adelantó su defensa y el Monachil, al contragolpe, tuvo ocasión de matar el partido.

Cuando se mascaba la sentencia local, en una jugada aislada cayó derribado un jugador jienense dentro del área. La nueva pena máxima fue lanzada por Soto y respondió Patri.

El gol se enemistó entonces con un Atlético Monachil que no fue capaz de aprovechar ninguna de las claras ocasiones que tuvo al contragolpe en la recta final del partido. Tanto perdonó, que acabó pagando sus errores, y al filo del tiempo reglamentario, un inofensivo disparo de Cañada desde la frontal se marchó al fondo de la red. Patri, héroe apenas unos minutos atrás, falló al atajar un balón que ya tenía entre sus manos.