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Mourinho aspira al control total

  • El técnico no deja en el aire nada, desde los médicos hasta la comida o la cantera

En su afán por agrandar su poder en el Real Madrid, los tentáculos de José Mourinho se extienden ahora hacia el trabajo en las categorías inferiores del club, confirmando su decisión de controlar cada aspecto del club. El entrenador portugués fue contratado por el Real Madrid hace tres temporadas como técnico del primer equipo, y desde entonces fue conquistando espacios de poder a pasos agigantados. Siempre con la complicidad del presidente, Florentino Pérez, y de unos dirigentes que no dudan en respaldar sus decisiones.

Poco a poco, Mourinho fue eliminando a todas las personas de alrededor que le molestaban. Quitó incluso al cocinero del equipo para poner uno recomendado por él. También al doctor Juan Carlos Hernández, quien salió del club tras una década. Más llamativa fue la eliminación de Jorge Valdano, director general hasta mayo de 2011, quien fue despedido por petición de Mourinho tras numerosos desencuentros públicos. Fue el propio Pérez, el hombre que tanto quería al argentino, quien le comunicó el despido. Valdano era el número dos del Real Madrid y Mourinho consiguió acabar con él pagando una indemnización millonaria.

El portugués se convirtió automáticamente en manager general y la única persona competente para aprobar los fichajes de jugadores, tanto para el primer equipo como para las divisiones inferiores. Mientras, Mourinho también decide aspectos relativos a la imagen del primer equipo, y todas las decisiones trascendentes del departamento de prensa, lo que incluye comunicados, personal y apariciones en medios, pasan por él.

La salida de Valdano fue suficiente como para pensar que el portugués pasó a ser desde ese momento el hombre más poderoso del club, sólo por detrás del propio presidente. Así parece sentirse Mourinho, quien no duda en criticar públicamente el funcionamiento de las estructuras de su propio club, como hizo el martes en una sorprendente rueda de prensa. Aunque tampoco fue la primera vez. Así, el portugués fijó como el nuevo objetivo de su disconformidad el trabajo de la cantera. Comenzando por Alberto Toril, técnico del segundo equipo.

"Él tiene que decidir si es más importante terminar cuarto o décimo o ayudar a la progresión de un jugador que el entrenador del primer equipo considera fundamental", dijo Mourinho sobre Toril.

De paso, aprovechó para criticar el funcionamiento de la cantera, de sus estructuras, y sacó una lista de su bolsillo con nombres de jugadores jóvenes formados en el Real Madrid durante la última década que no triunfaron. Mourinho obvió comentar los casos de futbolistas que se marcharon del club ante la falta de oportunidades y que finalmente lograron destacar fuera. Son los casos de los internacionales españoles Juan Mata, Roberto Soldado, Juanfran o Álvaro Negredo, entre muchos otros.

Pero nadie discute a Mourinho dentro del club. Eso fue evidente en la noche del miércoles al hablar Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales, tras la victoria del Real Madrid por 4-1 en campo del Alcoyano en Copa del Rey. "Fue una reflexión técnica del primer equipo y lo respetamos. Él es manager del primer equipo. Él es el entrenador del primer equipo. Todas las opiniones son muy respetables y tiene su derecho de hacer una reflexión técnica", argumentó el siempre discreto Butragueño.

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