Rafael Nadal recibió una inyección de optimismo en Nueva York antes de afrontar en Indian Wells una exigente prueba para su rodilla izquierda, que le produce un "dolor permanente pero controlado". En la exhibición que perdió en el Madison Square Garden ante el argentino Juan Martín del Potro el lunes por 7-6 (7-4) y 6-4, el balear trasladó las buenas sensaciones que tuvo la pasada semana en Acapulco.

"Es increíble lo rápido que se ha recuperado. Sólo él y dos o tres más pueden hacer una recuperación como ésta. Pronto estará luchando por el número uno", pronosticó el argentino ante el aplauso de los 15.984 aficionados que según los organizadores había en la cancha.

No espera, sin embargo, buenos resultados el mallorquín en Indian Wells. "Siendo el primer torneo en pista rápida después de más un año el único objetivo es tomar contacto con la pista a ver si la rodilla me responde bien", dijo antes de la exhibición.

Pese a las buenas previsiones de Del Potro, Nadal es muy cauto: "El número uno a día de hoy está muy lejos para mí. Lo único que importa para mí es ser competitivo y seguir disfrutando del tenis, y si la rodilla responde pensaremos en objetivos ambiciosos dentro de un tiempo, no ahora. Djokovic y Murray han empezado muy bien la temporada. Yo también, aunque un poco más tarde", indicó el de Manacor, que añadió: "Esta última semana pasé casi todos los días bastante buenos, aun jugando con molestias. En Brasil y Chile noté limitación a la hora de correr. En Acapulco las molestias disminuyeron . Pude correr con total libertad, yendo a por cada pelota. Eso me hace feliz", aseguró.

Con todo, Nadal considera una incógnita sus sensaciones físicas en el cemento de Indian Wells. "El primer partido oficial será el gran test, pero sólo tener la oportunidad de jugar aquí es fantástico", dijo el ex número uno mundial sin querer fijar ya su calendari: "Ahora me tomo las cosas con más calma", afirmó.