Rafael Nadal superó con absoluta autoridad su primera prueba en el Abierto de Australia ante el dominicano Víctor Estrella Burgos. El número uno del mundo no exhibió signos de sus molestias en la rodilla derecha y se impuso por 6-1, 6-1 y 6-1 ante su veterano rival de 37 años.

Finalista el año pasado en Melbourne, Nadal se medirá en la segunda ronda al argentino Leonardo Mayer, quien derrotó al chileno Nicolás Jarry por 6-2, 7-6 (7-1) y 6-3. "Es importante haber tenido este comienzo, son buenas noticias", dijo Nadal tras su victoria en 94 minutos en la Rod Laver Arena.

"Ha sido una decepción no poder jugar en Brisbane, pero quería hacer las cosas correctas para estar bien esta temporada. Estoy muy feliz de estar aquí otra vez. La Rod Laver es un lugar especial y único", comentó el español tras su primer encuentro sin Toni Nadal, su entrenador de toda la vida.

"Es la persona más importante en mi carrera. Respeto su decisión de no estar aquí", señaló sobre su tío, quien desde esta temporada se dedicará a la academia del jugador en Mallorca y dejará la conducción del tenista en manos de Carlos Moyá y Francis Roig.

El resultado del duelo que abrió la jornada nocturna en el estadio Rod Laver reflejó la diferencia existente entre ambos jugadores. Sólo la sobrecarga del tendón de la rodilla que Nadal arrastra desde fines del año pasado podía brindar una oportunidad al voluntarioso Estrella Burgos, pero el físico del español respondió de buena manera.

Nadal, que ayer volvió a lucir una camiseta sin mangas como en sus años de juventud, salió a la pista decidido a marcar diferencias de entrada y lo consiguió sin grandes dificultades. Su drive sobre el revés a una mano de Estrella Burgos fue incontenible para el dominicano, que quedó una y otra vez a la defensiva con sus respuestas con slice. Estrella Burgos, que prometió salir de la pista semidesnudo si lograba la victoria, lo siguió intentando con entusiasmo, pero con un Nadal en buen nivel resultó una misión imposible.