Los consejeros del Real Mallorca que estaban enfrentados públicamente firmaron ayer la paz tras una reunión mantenida durante más de seis horas, que se celebró en las oficinas del Iberostar Estadio, en la que se confirmó la marcha del accionariado de la familia Nadal, representada por el ex futbolista Miguel Ángel Nadal, así como la contratación de Joaquín Caparrós como nuevo entrenador del primer equipo.

Según explicó el presidente del Mallorca, Jaume Cladera, en una posterior rueda de prensa a la que también acudieron varios directivos, el director general, Pedro Terrasa, manifestó su "sincera lealtad" al consejo de administración, al tiempo que dos de los consejeros, Miguel Coca y Biel Cerdá, pidieron disculpas a Terrasa por el contenido de sus declaraciones realizadas en el transcurso de la semana pasada.

Cladera añadió en su intervención que el consejo de administración "lamenta profundamente la imagen del club proyectada en los últimos días", aunque destacó que el compromiso principal es "olvidar las rencillas del pasado y mirar hacia el futuro".

La contratación de Joaquín Caparrós, por su parte, fue anunciada por el máximo accionista de la entidad mallorquina, Lorenzo Serra Ferrer, que confirmó que los administradores concursales apoyan la operación. El mandatario señaló que el fichaje se cerrará "posiblemente mañana", y lo argumento reflejando que "aún faltan algunos flecos".

Caparrós, ex técnico del Sevilla y del Athletic de Bilbao, entre otros conjunto, sustituirá al danés Michael Laudrup. Serra Ferrer lo definió como "un gran entrenador".

Paralelamente a la reunión y al anuncio de la contratación de Caparrós, se confirmaba que la familia Nadal, que posee un diez por ciento de las acciones del club, abandonaba la entidad tras lamentar las decisiones que llevaron a Michael Laudrup a la renuncia de su cargo como entrenador.