Tan evidente como la ley de la gravedad. Tras la disputa de diez jornadas ligueras, el Club Baloncesto Granada ya tiene asignado un objetivo para la presente temporada. Más aún tras la derrota sufrida el domingo en la cancha del Manresa, un rival más que directo en esta lucha en la que está inmerso el conjunto que entrena Trifón Poch. Era un partido para dar un pequeño golpe de timón... Y se dio. Lo malo es que el sujeto de la oración fue la escuadra catalana, que ganó y, además, prácticamente se ha asegurado el basket average en el caso de un hipotético empate.

Mal Lugar

La consecuencia más inmediata del mal resultado cosechado en el Nou Congost es que el CB Granada ocupa ahora uno de los dos puestos de descenso. No es un sitio en el que guste instalarse, obviamente. Ahora, lo que importa es saber en cómo afecta esto al  ánimo del equipo. En este aspecto seguro que se centrará el entrenador, que tiene mucha razón en decir que queda mucha competición por delante y que no debe ser un motivo de excesiva preocupación.

Dinámica

Lo que sí debe preocupar es el hecho de que el CB Granada sólo haya sumado dos triunfos en lo que va de Liga. Diciembre, que en las últimas campañas ha sido un mes que se le ha dado bien al equipo, no ha empezado bien. Quedan tres partidos y, como mucho, se podrá terminar el año con cinco victorias. Pero, quién se atreve a pronosticar un pleno.

Los rivales

Que la plantilla del equipo está descompensada es evidente. La lesión de Gianella dejó al equipo sin un base puro y duro. Y mientras, Alicante se refuerza con Martin Rancik, jugador que hubiera venido de perlas al destartalado juego interior del CB Granada.