Deportes

Opacidad generalizada

  • La ausencia de metal para Isabel Fernández y el dopaje de Maribel Moreno, duros reveses · Nadal se queda huérfano al caer Ferrer, Almagro y Robredo · Phelps le debe una a Lezak por su segundo oro

Lunes opaco. Más que negro, opaco. Siempre hablando en clave española, por supuesto. Para que alguien sonría en el deporte, otro habrá que llore. Sollozos y llantos derramó la cara de Isabel Fernández. Vendió la seleccionadora la piel del oso antes de cazarlo y los jueces interpretaron que la alicantina no se merecía estar en la puja por el bronce en judo por una maniobra incorrecta de ataque. Gozo en el pozo del medallero hispano.

La retiradas nunca son alegres, aunque cómo cambia todo si uno se va a casa a vivir de paisano con una medalla olímpica en el pecho. Fernández, tras tantos años de trasiego de Atlanta a Pekín, se marcha cabizbaja, dolida, hundida. Con lágrimas en los ojos.

Desde por la noche prepararaban el champán en la Costa Blanca y hubo que sacarlo de la nevera. Las culpables fueron la holandesa Gravenstijn y la brasileña Quadros. Fernández, bronce en Atlanta y oro en Sidney, cuelga el kimono vacía. Stricto sensu.

De una luchadora a una granuja: Maribel Moreno. Mal está doparse, aunque peor aún engañar por partida doble. Usas EPO y cuando te pillan, huyes con excusa trivial. ¿Están los deportistas en los Juegos o en la guardería? Moreno se volvió a casa nada más aterrizar en Pekín por una supuesta crisis de ansiedad que resultó ser un aguijonazo en la piel. La ciclista tomó las de Villadiego porque un control sorpresa la esperaba para ver si sus niveles sanguíneos eran apropiados. Y, sabiendo como sabía que el positivo daría la cara, huyó. Sin más. Como el avestruz que esconde la cabeza para no afrontar el problema tal como viene.

Una mancha en unos Juegos no sale tan fácil. Sólo hay que ver el semblante de Lissavetzky y Blanco dando explicaciones para defender el honor del deporte patrio. Flaco favor de Moreno.

La tercera noticia, en la frente. Con el ranking de la ATP actualizado a 11 de agosto, España iba a Pekín con cuatro tenistas entre los 17 primeros. Buen presagio. Nadal (2 que será 1 el próximo lunes), Ferrer (4), Almagro (12) y Robredo (17). Todos fuera menos el de siempre.

El ganador de Roland Garros y Wimbledon sudó la gota gorda contra Starace. Suda y gana. De eso se trata. Los otros tres, eliminados ante rivales inferiores a ellos por clasificación. En dobles, menos seguros, sí respondieron, como también lo hicieron en féminas, individualmente, Llagostera y Martínez.

Sola ante el peligro, la sevillana Nuria Domínguez acabó con el sueño olímpico y no accedió a las semifinales en skiff. Era la única representante de España en remo y poco se le podía exigir. Una paisana, Marina Alabáu, empezó con esperanzas en RS:X. Es quinta en la general, aunque a España no le fue tan bien con Trujillo, en Finn, y Martínez-Fernández en 49er.

Antes de pasar por la fabulosa jornada vivida en el Cubo de Agua, hay que mencionar a Ander Elosegui y Guillermo Díaz Canedo. ¿Quiénes son? Dos palistas españoles de aguas bravas. El primero, en C1, y el segundo, en K1, han llegado a semifinales. Mejora también el baloncesto femenino, empujado por Isa Sánchez -día de empacho sevillano- y Montañana para derrotar a Nueva Zelanda tras la inquietud del tropiezo en el debut. Y hubo felicidad en el arranque para el hockey hierba masculino. Victoria sobre Bélgica.

Las hazañas en la pileta no sabe uno ya cómo adjetivarlas. Superhombres -plural que incluye a mujeres, ministra Aído- que como en los cómics usan sus nuevos trajes de baño para reventar récord tras récord. Sushi no deben comer. Les va más la contundencia en la dieta, como dijo el estadounidense Lochte el otro día cuando se marchó a las seis de la mañana a comer hamburguesas.

Será el bañador, el condumio o... mejor no seguir, pero son héroes. Gesta, la mejor carrera del siglo -más bien de los siglos XX y XXI-, varias plusmarcas en la misma prueba... Infinidad de elogios. Fue en el 4x100 libres. Estados Unidos ganó agónicamente un oro que mantiene con vida el reto de Phelps de adjudicarse ocho metales dorados. Le debe medio trofeo o tres cuartos a su compatriota Lezak, Superman en la última posta.

En una carrera en la que cinco equipos nadaron por debajo del récord del mundo, Lezak remontó ante el galo Bernard para enjugar las casi 60 centésimas de diferencia que había entre Francia y Estados Unidos a falta de 100 metros. El orgullo le dio el botín con un margen de dos centésimas sobre Bernard. Descomunal.

La natación manda como deporte rey a expensas de que aparezca en el horizonte -el viernes- el atletismo, deporte olímpico por excelencia. Y en la bella piscina pequinesa hay un español con galones: Aschwin Wildeboer. El catalán se apunta al carro de batir plusmarcas. 53,51 segundos tardó en recorrer 100 metros en espalda, récord nacional por 16 centésimas. Si el anterior lo había logrado en las series, el nuevo en las semifinales. A ver si en la final tiene suerte. Va con el cuarto mejor tiempo. No quiere presión externa: "Vine a disfrutar y no a pensar en medallas". Que siga animado y, de paso, se gane el derecho de estar en el podio.

Más agua con ocho calles. Una ilustre toma el petate y se larga a su casa. Nina Zhivanevskaya dijo que hasta aquí llegó en las semifinales de los 100 espalda. Homenaje merece quien se adjudicó la última medalla en natación para España. Gloria para la moscovita malagueña y alabanzas para otra sureña. María Peláez quiso estar en sus quintos Juegos. Quedó fuera en las series de 200 estilos, pero pocos podrán contar que vivieron cinco citas olímpicas.

Precisamente en esta modalidad sufrió la campeona de Europa: Mireia Belmonte. Se le presumía mayor facilidad para estar en semifinales y las pasó canutas.

Con tanta opacidad, hoy vuelve el baloncesto de Gasol y amigos. Merece la pena verlos a las 10:45 hora española.

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