Atletismo

Paquillo celebra su cumpleaños en México

  • El accitano cumple 31 años con el reto de ganar el oro en los Juegos de Pekín

Paquillo Fernández aseguró ayer en el día de su cumpleaños sentirse dichoso por practicar su deporte porque "marchar es soñar con los pies, soñar con llegar lejos y lo mas rápido posible", explicó el atleta en una entrevista concedida a Efe. Paquillo está en Chihuahua, norte de México, para comenzar mañana la temporada 2008, una de las más importantes de su vida por la celebración de los Juegos Olímpicos en Pekín.

Aunque el año anterior fue el único marchador del planeta en recorrer tres veces los 20 kilómetros en menos de 1:20 horas, Paquillo no piensa en mejorar en 2008 su marca personal de 1:17.22 horas y sólo se concentra en brillar en Pekín. "Cuando tienes un nivel te trazas retos, el mío ahora es el oro en los Juegos; el año pasado estaba para hacer 1:17., pero para eso necesitas un día perfecto, clima ideal y los mejores rivales y no pude reunir todo a la vez", explicó.

Es un hombre disciplinado, a pesar de su fobia por levantarse temprano. "Trabajo duro pero jamás me levanto de madrugada porque para mí el descanso es sagrado; suelo entrenarme alrededor de las 10 y media de la mañana y si hace calor dos horas antes; con el tiempo he aprendido que si entreno relajado lo hago mejor", señala.

Al filosofar sobre su vida, confiesa ser amigo de sus contrarios, como el irlandés Heffernan, con quien comparte entrenador, el ruso Markov, quien suele entrenarse en Guadix, el español Molina, por ser de su país, y el mexicano Sánchez.

Considera al ecuatoriano Jefferson Pérez como el favorito para el oro en Pekín, pero advierte que hay que cuidarse de los chinos porque estarán en casa. "Con Jefferson me llevo bien, aunque nos vemos poco; esperó ponérselo difícil y ganarle en Pekín, y a los chinos confío que la presión los afecte más que a nosotros", dijo.

Dice sentirse orgulloso de su origen accitano y feliz de representar a España, y a los 31 años, da la impresión de saber a donde quiere llegar y descarta estar obsesionado con medallas porque hay cosas como la familia y los amigos que para él valen más. "Trabajo duro para ganar el oro olímpico, lo deseo mucho, pero no me obsesiono".

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