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Presión por los cuatro costados

  • El CB Granada recibe al Unicaja con la necesidad de conseguir una victoria para frenar su caída en picado y tratar de salir de la última posición de la clasificación · El equipo nazarí ficha al escolta Roberto Guerra

Partido de órdago a la grande tanto para el Club Baloncesto Granada como para el Unicaja. El primero no puede permitirse una quinta derrota consecutiva y seguir otra semana como colista de la Liga ACB, más teniendo en cuenta que en la próxima jornada visita al Meridiano Alicante, rival directísimo en la lucha por la permanencia. El segundo, porque en el caso de perder dirá adiós a sus opciones por colarse entre los ocho mejores y, por ende, de clasificarse para disputar la Copa del Rey. Y en ambos equipos los entrenadores tienen sobre sus cabezas la espada de Damocles de la destitución. Trifón Poch es visto como culpable de la situación del equipo por parte de algunos de los dirigentes de la entidad nazarí y Aíto García Reneses fue 'indultado' el lunes por el consejo de administración de la escuadra malagueña, si bien es un secreto a voces que le buscan un sustituto. A día de ayer se barajaba como recambio Bozidar Maljkovic o la posibilidad de la bicefalia Paco Aurioles-Chus Mateo.

Nicolás Gianella es duda en el CB Granada. El argentino sigue con problemas derivados de la lesión que se produjo en el glúteo en Manresa y que le impidió jugar el domingo ante el Gran Canaria. Los servicios médicos del club, no obstante, aguardarán hasta el último momento para evaluar las posibilidades de jugar del base. Gianella ayer trabajó al margen del grupo.

Terrell McIntyre, por su parte, es duda en el Unicaja. El base estadounidense se resintió en el entrenamiento del lunes de la rotura de fibras en la unión miofascial del bíceps femoral derecho que le privó de estar en la pasada jornada frente al Barcelona. Ayer no participó en la sesión de preparación y, aunque viajará hoy con la expedición malagueña, Aíto ha convocado a Carlos Cobos, jugador del equipo filial.

El Unicaja se presenta como mejor equipo que el CB Granada, al menos por presupuesto, caché de su plantilla y situación en la tabla de clasificación (siete victorias contra tres). Eso sí, el equipo malagueño se comporta esta temporada demasiado irregular y muy vulnerable, sirva como dato sus derrotas ante Estudiantes (53-64) y Meridiano Alicante (80-72). También el sufrimiento para sacar adelante choques ante equipos pronosticados a luchar por la permanencia: CAI Zaragoza (76-79), Assignia Manresa (57-58) o Blancos de Rueda Valladolid (68-61).

A la plantilla granadina, con las carencias que muestra en el presente curso, no le queda otra que buscar complicidad con su afición, que últimamente parece resignada ante la situación deportiva y administrativa que arrastra el club. El público es el único capaz ahora mismo de insuflar un plus del que adolece el equipo, principalmente a la hora de defender. De lo contrario, dependerá en exceso de su finura en los lanzamientos de larga distancia, argumento del que abusa y que últimamente no le sonríe, y de encontrar equilibrio en su juego, algo que no ha logrado esta temporada.

Para tratar de compensar errores, el conjunto granadino fichó ayer a Roberto Guerra, jugador que lleva varias semanas entrenado bajo las órdenes de Poch. Se emplea como escolta, mide 196 centímetros de estatura y tiene 27 años. Guerra estaba en paro tras sufrir la pasada temporada una grave lesión. Su currículum es dilatado, si bien gran parte de su carrera ha transcurrido en el Gran Canaria de la Liga ACB. Sobre el papel, llega para aportar conocimiento del juego colectivo en la línea exterior, posición en la que el equipo granadino es más que anárquico y le cuesta mucho atacar en situaciones posicionales.

El trabajo bajo los tableros se antoja una vez más como el punto de inflexión del partido. Ahí, sobre el papel, tiene todas las de ganar el Unicaja. Su mayor corpulencia y contar con jugadores interiores con gran capacidad de anotación, como es el caso de Joel Freeland (máximo encestador del equipo), obliga a los pupilos de Trifón Poch trabajar con denuedo. Paulo Prestes será de nuevo centro de atención de gran parte de las miradas de la grada. El brasileño, como avanzó ayer este diario, es pretendido por el Fuenlabrada, que al parecer ha solicitado su cesión tanto al CB Granada como al Unicaja (entidad del que es propiedad el pívot).

Otra asignatura pendiente de la escuadra nazarí pasa por no bajar drásticamente su rendimiento cuando se inician las rotaciones. Panchi Barrera afrontará su segunda evaluación tras mostrarse más que discreto en su debut ante el Gran Canaria. El base uruguayo, que al menos se emplea con intensidad en defensa, tendrá el hándicap de medirse a su ex equipo y con su juventud podría jugarle una mala pasada. El desenlace, a partir de las 20:30 horas.

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