Lo que son las cosas, lo que podría haber sido un 6/4 es un 4/6 y un saldo de cinco derrotas consecutivas. Aunque se tuvo opciones en algún partido más, lo cierto es que en sus últimos enfrentamientos el CB Granada ha dejado escapar dos triunfos que tenía prácticamente en la mano: en Fuenlabrada, a principios de noviembre, y, sobre todo todísimo, en Mahón, hace prácticamente unas horas. Se puede lamentar uno de que en esta racha negativa se ha caído por escaso margen, pero no se puede buscar una excusa en ello porque en esta Liga lo que cuentan son las victorias y las derrotas: se pueden ganar trece partidos por la mínima y peder el resto por una paliza descomunal que, seguramente, se mantendrá la categoría. Esto es como el tenis, que se puede perder dos sets por 6-0 y vencer tres en el tie break y ganas el partido a pesar de que el rival se haya impuesto en más juegos y haya logrado más puntos.

l SÍ, SÍ...

No sé si soy soy capaz de mantener toda la objetividad que requiere el análisis de un partido del CB Granada que es mi equipo, aunque alguno no lo crea. Muchas veces he considerado que no se le puede echar la culpa a los árbitros por una derrota y algún disgusto gordo me ha costado mantener este tipo de posiciones. Dicho esto, en mi opinión, los colegiados -sobre todo el tal Pérez Pérez que tantas veces nos la ha jugado- tuvieron un papel determinante en la derrota sufrida por el CB Granada en la cancha del ViveMenorca. Y no me centro en la última jugada de la discordia, sino en las decisiones adoptadas durante todo el encuentro. Evidentemente los del silbato se suelen equivocar a uno y otro lado de la pista, pero...

Para mí, el momento en el que estos señores son protagonistas se produce en el inicio del último cuarto. En menos de dos minutos pitan seis personales a los visitantes y cero a los locales. Y no digo que las de los granadinos no lo fueran, sino que hubo faltas de los baleares que no se pitaron, sobre todo algunas que propiciaron pérdidas de balón para el CB Granada, al que en el último cuarto se le señalaron casi todas las infracciones que contempla el reglamento del baloncesto.

l ... PERO

Escrito lo escrito, también es de justicia en incidir en el hecho de que el CB Granada tuvo en su mano poder ganar. En la última jugada no se presionó convenientemente sobre el saque del rival, al que se dejó botar, pasar, tirar, rebotear, anotar y, para colmo, tener un tiro adicional. Había que cometer una falta como fuese. Dicen que alguna se hizo y no se pitó. Estoy seguro de que fue así, pero faltó decisión, contundencia y picardía. Había que correr el riesgo de recibir una antideportiva de Pérez Pérez, que ahí andaba dispuesto, pero lo que no se puede hacer es dejar hacer al rival tantas cosas.