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Racismo, Nike y Donald Trump, una nueva polémica en la NFL

  • El jugador Colin Kaepernick, muy activo contra las muertes de afroamericanos a manos de policías, protagoniza la nueva campaña de la firma. El presidente de EEUU arremete contra la compañía y sus seguidores queman zapatillas en las redes sociales.

Colin Kaepernick en la nueva campaña de Nike

Colin Kaepernick en la nueva campaña de Nike

La NFL arranca una temporada en el mismo punto en el que acabó la anterior: con la polémica entre el ex jugador Colin Kaepernick y el presidente Donald Trump, escenificadas ahora en una publicidad de Nike que desató el debate. La edición 99ª del campeonato de fútbol americano da comienzo con el duelo entre los campeones Philadelphia Eagles y los Atlanta Falcons, una reedición de la última Super Bowl. Pero las discusiones en la NFL giran en torno a Kaepernick, Trump y Nike.

El conflicto se reavivó con unas vallas publicitarias de la marca deportiva en las que aparece la cara del ex mariscal con el mensaje: "Cree en algo, incluso si implica sacrificarlo todo".

"Es un mensaje terrible", fue lo que atinó a decir Trump al diario local The Daily Caller, al tiempo que la NFL hacía un llamado a la "atención y la acción" sobre "los problemas de justicia social" planteados por Kaepernick.

Mientras tanto, numerosos seguidores de Trump mostraron en las redes sociales su rechazo a la publicidad quemando zapatillas de Nike o cortando el símbolo de la marca de sus artículos. "Just Burn It" (quémalo y ya está)", indicaron en respuesta a la celebración de los 30 años de su icónico lema "Just do it (hazlo y ya está)", una campaña que contó con la presencia estelar de Kaepernick.

Exactamente dos años y una semana han pasado desde que el ex jugador de los San Francisco 49ers comenzó a protestar en silencio durante el himno de los Estados Unidos, la introducción de cada uno de los partidos de fútbol americano. El 27 de agosto de 2016, en el encuentro entre el equipo de San Francisco y los Green Bay Packers, Kaepernick no lo pensó dos veces. Cuando sonó The Star Spangled Banner se negó a ponerse de pie para demostrar respeto a uno de los símbolos sagrados del país.

Por el contrario, se mantuvo sentado en el banco a fin de dejar clara su posición en contra del asesinato de ciudadanos afroamericanos de parte de policías blancos. "No me voy a poner de pie para demostrar orgullo por una bandera de un país que oprime a la gente negra y a la gente de color", dijo Kaepernick, quien una semana después repitió su postura y fue más allá al hincarse durante el himno.

Convencido de que generaría un cambio, el jugador, de 30 años, siguió con una protesta que atrajo millones de miradas, entre ellas la de Trump, entonces candidato republicano a la Presidencia. "Debería irse a un país que funcione mejor para él", dijo Trump en una entrevista tras conocer que el ex mariscal lo había tildado de "racista" por criticar sus acciones durante el himno nacional.

Las declaraciones del ahora presidente no frenaron la decisión de decenas de jugadores de la NFL, con mayoría de jugadores negros, de unirse al llamamiento de Kaepernick. Competidores de otros deportes también apoyaron la iniciativa, que fue más allá del color de la piel e incluyó en sí a todos los que no sentían que sus derechos fueran "protegidos por la bandera".

A medida de que la protesta crecía partido a partido, las palabras contra ella de parte de Trump se encrudecían. "¡Saquen a ese hijo de puta del campo de juego ahora mismo!", dijo el ya presidente desde la Casa Blanca en agosto del año pasado. "Eso es una falta de respeto total a nuestra historia nacional. Es una falta de respeto total a todo lo que defendemos", afirmó en un evento en el estado de Alabama, desde donde alentó a los propietarios de los equipos de la NFL a actuar, pero no a favor como lo hicieron en su gran mayoría.

Uno de ellos fue el propietario de los New England Patriots, Robert Kraft, quien aseguró que "no hay mayor unificador en este país que los deportes y, desgraciadamente, nada más divisivo que la política". "Creo que nuestros líderes políticos podrían aprender un montón de las lecciones del trabajo en equipo y la importancia de trabajar de manera conjunta hacia una meta común", agregó.

Aunque Kaepernick no tiene equipo desde marzo de 2017, cuando terminó su contrato con los 49ers, la batalla de Trump contra los demás manifestantes persistió. En el inicio de pretemporada en agosto pasado volvió a apuntar hacia la protesta que algunos hicieron levantando el puño o quedándose en el camerino. "¡Que se pongan en pie con orgullo para el himno nacional o que sean suspendidos sin salario!", tronó Trump en Twitter días antes de que un árbitro nombrado por la NFL y la asociación de jugadores rechazara la moción presentada por la liga para que una demanda de Kaepernick, por supuesta colusión, fuera desestimada.

En octubre del año pasado, Kaepernick presentó una queja formal contra la liga al considerar que ésta y los dueños de los clubes acordaron mantenerlo lejos de los campos a raíz de las protestas. Por su parte, la NFL dio recientemente marcha atrás en su decisión de prohibir las protestas, que se interpretó como una cesión ante Trump, y dejó en suspenso ese cambio mientras mantiene conversaciones con la asociación de jugadores. La discusión, en el inicio de una nueva temporada, promete continuar.

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