El Rayo Vallecano dormirá al menos un par de noches en puestos europeos tras cerrar en San Mamés una brillante primera vuelta de Liga, la mejor de su historia con sus 31 puntos. El equipo de Paco Jémez puso la guinda imponiéndose al Athletic Club por un gol a dos.

Tras llegarse al descanso sin goles en un choque en los que se esperaban unos cuantos, Lass adelantó al conjunto madrileño en el minuto 48 fusilando a Iraizoz tras un colada por la banda derecha, Piti puso el 0-2 en el 65 transformando un riguroso penalti de Gurpegui al Chori Domínguez y Mikel San José acortó distancias en el 77 con una preciosa semivolea.

Fue trabajoso el triunfo rayista, que salió indemne de la gran cantidad de ocasiones locales, dos de ellas especialmente claras de Fernando Llorente después de que se adelantasen los visitantes y en el tramo final del choque.

Con esta victoria, los de Paco Jémez se aúpan a la sexta plaza de la tabla, a la espera de lo que dicte el Betis-Levante de mañana para saber dónde terminarán definitivamente la primera vuelta.

Al Athletic, en dinámica absolutamente opuesta a su rival encadenando la que es su tercera derrota consecutiva, le queda un duro fin de semana que establezca a cuanto le queda un descenso al que vuelve a acercarse peligrosamente.

Los goles llegaron tras el descanso. Lass se aprovechó del espacio que dejó De Marcos en un saque defectuoso de Iraizoz, recibió en carrera y, absolutamente solo, fusiló al guardameta local por bajo. No consiguió el 1-1 el Athletic y el Rayo aprovechó su siguiente ocasión para marcar. Un penalti de Gurpegui al Chori Domínguez que pudo ser fuera del área por escasos centímetros. De hecho Pérez Montero señaló inicialmente golpe franco, pero luego, a instancias de su auxiliar, indicó la falta máxima. En la que Piti, inapelable, marcó su noveno gol de la temporada.

Estuvo al borde del KO el conjunto de Bielsa, pero, pasada la media hora de la continuación, encontró aire con una espléndida volea de San José que, a centro de Susaeta, acortó distancias con su cuarto gol liguero. Otro cabezazo de Llorente pareció ser el empate a dos, pero al final el Rayo aguantó el último arreón local.