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Robben transforma el cristal en acero

  • El holandés parece olvidar las lesiones y es la principal amenaza de los tulipanes en el duelo ante Argentina

Como le ocurrió a Messi, la ascensión del holandés Arjen Robben al Olimpo de las grandes estrellas del fútbol llega después de una transformación física: sus músculos de cristal mutaron en acero.

El español Sergio Ramos es uno de los defensas más potentes del fútbol europeo, pero el 13 de junio, en el España-Holanda del Mundial de Brasil, fue atropellado por la velocidad de Robben en un sprint del que derivó el quinto gol oranje.

La carrera impresionó tanto que el diario holandés De Telegraaf la analizó y concluyó que Robben alcanzó los 37 kilómetros por hora. Según el diario, esa cifra lo convirtió en el fútbolista más rápido al superar un sprint de 35,7 km/h del inglés Theo Walcott. El rotativo calculó que si hubiera mantenido esa velocidad habría completado los 100 metros en 10,28 segundos. El récord mundial en la distancia está en manos del jamaicano Usain Bolt con 9,58 segundos.

Pero Robben siempre fue veloz. La novedad es su durabilidad. El jugador de cristal que sufría constantes lesiones musculares en el PSV, en el Chelsea y en el Real Madrid se fue transformando poco a poco en el Bayern Múnich y a los 30 años y después de vivir una temporada completa libre de lesiones, está en la mejor forma física de su carrera.

"A veces yo también me sorprendo", dijo el sábado en Salvador tras el partido de cuartos de final ante Costa Rica. Fueron 120 minutos sin goles, pero en los que Robben fue el amo y señor. Todas las ocasiones holandesas llegaron a través de su desequilibrio en la banda derecha o por el centro, con su velocidad y su cambio de ritmo. Desde el minuto uno y hasta el 120, sin rastro de fatiga.

"Me siento bien, me siento fuerte. Cuando tengo la pelota, la velocidad y la potencia están ahí. Ni en la prórroga me sentía cansado. Pensé que en algún momento me quedaría sin fuerzas, pero seguía corriendo y corriendo", afirmó Robben, que provocó las cuatro tarjetas amarillas de vio Costa Rica.

Robben es la estrella de Holanda, el hombre más peligroso al que deberá enfrentarse mañana Argentina en una semifinal en la que se espera un duelo personal con Messi: zurdos, explosivos, veloces, goleadores y asistentes.

"¿Parar a Messi? ¿Y cómo van a parar ellos a Robben?", replicó el sábado en Salvador el ex jugador Patrick Kluivert, asistente del técnico Louis van Gaal en la selección naranja.

Messi, que solía arrancar desde la derecha como lo sigue haciendo Robben, se transformó en el mejor jugador del mundo tras la llegada en 2008 de Josep Guardiola al Barcelona.

Lo mismo, aunque de forma más tardía, le sucedió a Robben, ahora en el cénit de su carrera y al que Guardiola acercó más a la portería en el Bayern, como hizo en su momento con el argentino.

"¿Quién es el mejor, Messi o Robben? Arjen. Sin ningún lugar a dudas", dijo Bert van Marwijk, técnico con el que Holanda perdió la final del Mundial de Sudáfrica 2010.

Elevado a líder de Holanda, liberado mentalmente, con ganas de revancha por la final de hace cuatro años e indestructible físicamente, Robben amenaza a Argentina y mira a los ojos a Messi.

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