El Real Madrid mantuvo su condición de invicto y sumó su decimotercer triunfo (en todas las competiciones) del curso en Kaunas, en una nueva exhibición de carácter liderada por Ayón y Rudy Fernández, letal desde el triple en el tramo final del choque, que permitieron a su equipo reponerse de su mala puesta en escena ante el Zalgiris (79-90).

De inicio el conjunto blanco se vio arrollado por un rival que lo superaba en todas las facetas del juego. La defensa hacía aguas por todos lados, lo que aprovecharon Davies y Wolters, en primera instancia, y un acertado Jankunas, después, para abrir brecha. En ataque tampoco funcionaban los jugadores de Pablo Laso, que tardaron tres minutos en anotar su primera canasta en juego y sufrían cada vez que se aproximaban al aro lituano. Todo ello se reflejó en el marcador de un primer cuarto de claro color local (32-18).

Las tornas cambiaron en la reanudación. Bien dirigidos por Campazzo y con acierto desde el perímetro, un parcial de 12-2 redujo la desventaja, para alcanzar el descanso con 44-43.

La igualdad se mantuvo hasta que un nuevo arreón lituano, favorecido por una nueva desconexión madridista en ataque, devolvió la decena de puntos de ventaja a los de Sarunas Jaskevicius (64-54). Campazzo regresó a la pista para poner algo de orden y el Zalgiris entró en el último cuarto con 68-62.

Apareció entonces Ayón con puntos y rebotes para empatar 71-71 y la faena la remató Rudy Fernández, cuyo acierto exterior obligó a Jasikevicius a pedir un tiempo muerto tras un 5-13 de parcial en contra de su equipo. Dos triples consecutivos de Randolph y Rudy decantaron definitivamente un choque que se le puso muy cuesta arriba a un Real Madrid que acabó once arriba un partido en el que llegó a perder por 14 puntos.