Después del varapalo que supuso el supergigante, la granadina Carolina Ruiz ultima su puesta a punto de cara al domingo, día en el que tendrá lugar la prueba de descenso de los Mundiales de esquí alpino que, durante estos días, se desarrollan en la estación invernal francesa de Val d'Isere. Desde allí, Ruiz destacó que se encuentra en un buen momento de forma y que saldrá a por todas.

"Lo del supergigante fue una lástima. Estas son carreras en las que hay que arriesgar", aseveró sobre la prueba del pasado martes, en la que la granadina finalizó decimocuarta. "Después de lo que pasó fue increíble, porque después de caerme perdí mucho la concentración", reconoció Ruiz, que confía en desquitarse el próximo domingo. "En el descenso voy a ir al cien por cien. Estas carreras son importantes, es un Mundial, no una Copa del Mundo, y saldré a jugármela, porque ahí está el podio", subrayó la esquiadora de Sierra Nevada.

El miércoles y ayer Ruiz ya tuvo la oportunidad de probar la pista donde discurrirá la prueba de descenso. "No es de las mejores, tiene curvas muy secas, en las que entras a cien por hora y de repente tienes que frenar a 50. No va a ser una carrera fácil".

En el primer entrenamiento, el miércoles, Ruiz quedó séptima, mientras que ayer finalizó decimosexta. Para afinar su puesta a punto la granadina tiene previsto tomar la salida en la prueba de descenso de hoy (11.00 horas), valedera para la combinada, "aunque me lo tomaré como un entrenamiento", lo que sugiere que Ruiz -que saldrá con el dorsal 27- prefiere no arriesgar. Antes del domingo habrá una tercera sesión de ensayo, por lo que, antes del descenso, la granadina habrá tenido en total cuatro oportunidades de probar la pista.

"Es muy selectiva, y cuantas más veces tenga la oportunidad de probarla, mejor", aseveró la deportista, que confía en su buen momento deportivo -en el último descenso de la Copa del Mundo fue séptima- como argumento sólido para estar entre las mejores. En contra tendrá, posiblemente, unas condiciones climatológicas no del todo favorables -ayer comenzó a soplar el viento y a nevar en Val d'Isere- y, sobre todo, su irregularidad en competición, lastre que ha impedido que Ruiz luche este año por el podio.