No es raro que en febrero, en pleno invierno aún, llueva en Sevilla. Por eso las quejas de los checos (y de algún español) tienen sentido, sobre todo porque el abundante agua caída estos días en la capital hispalense ha hecho cambiar los planes, por segunda vez, en el duelo de primera ronda del Grupo Mundial de Copa Federación.

Si el primer día de competición Carla Suárez le robó a la lluvia el protagonismo de la jornada con su triunfo sobre Barbora Zahlavova-Strycova, el agua quiso repetir ayer para tener su cuota de relevancia hasta el punto de obligar a suspender el encuentro entre Tita Torró y Klara Zakopalova, la número uno centroeuropea a la que su capitán, Petr Pala, le había dado la responsabilidad de doblar: jugaría con Torró y después, si el tiempo lo permitía, contra Suárez. No dobló ayer, pero lo tendrá que hacer hoy.

La checa se estrenó sobre la cancha del Centro de Tecnificación Blas Infante con un break. La española, insegura al inicio, desperdició dos bolas para llevarse su servicio bajo la fina llovizna que desde el principio del encuentro acompañó a las jugadoras haciendo, poco a poco, casi de manera silenciosa, la pista más pesada. La alicantina, más segura con su derecha que al servicio, le devolvió la moneda a su rival de inmediato y comenzó una serie de roturas hasta que en el sexto juego la checa consolidó su saque en blanco: 2-4. Mala pinta para la española, que con 2-2 pareció descentrarse cuando, con 30-0 a favor, el juez de silla dio por bueno un golpe de Zakopalova que uno de los jueces de línea cantó fuera. Así, se pasó del posible 3-2 al 2-4 en un momento, con la checa moviendo a su rival casi a su antojo.

La fuerte derecha de Torró no era suficiente ante las ágiles y veloces piernas de Zakopalova, que ya sólo tuvo que mantener su ventaja para llevarse la primera manga por 3-6, con otra rotura más.

La capitana española, Conchita Martínez, animaba a su jugadora, que con cada derecha ganadora gritaba un "vamos" de esos de autoayuda. Quería creer que podía levantar el envite, pero la llovizna no cesaba y la pista cada vez estaba más pesada y la pelota botaba menos. La aragonesa, ganadora de la Copa Federación en cinco ediciones, quiso cortar el juego de la checa y comenzó a advertirle al juez de silla, el francés Pascal Maria, que así no se podía jugar. "Un juego más", le dijo el francés a la española cuando Torró sacaba para empatar a uno el segundo set. Agua. Agua en el cielo y en el intento de la alicantina de igualar el parcial, que se suspendió cuando la lluvia empezó a apretar sin que se viese final.