El Sporting sumó su cuarta victoria consecutiva en Liga, quinta si se suma la lograda el pasado miércoles en la Copa del Rey, al ganar al Numancia dejando definitivamente atrás su nefasto comienzo de temporada y dando un serio aviso a sus rivales de que no será un convidado en su vuelta a la Primera.

Los partidos entre el Sporting y el Numancia de las últimas temporadas nunca fueron partidos tranquilos y los aficionados rojiblancos acudieron a El Molinón con la sensación de que cualquier cosa podía ocurrir, a pesar de la excelente racha positiva de su equipo que se presentaba en este encuentro después de haber ganado los tres últimos partidos ligueros y el encuentro de ida de la Copa del Rey, precisamente ante el rival soriano.

La primera llegada del Numancia acabó en gol. Fue un balón en profundidad que sorprendió a los centrales sportinguistas entre los que se metió Álvaro Antón que vio como el portero Cuéllar reculaba y le metió el balón ajustado al poste izquierdo.

Pasada la media hora Diego Castro Juan Pablo no acierta a despejar un balón bombeado que toca Matabuena y saca con apuros Boris sobre la línea pero el esférico cae a pies de Morán que de tiro cruzado logra el empate.

Tras la reanudación, el dominio local era ya evidente. Bilic consiguió el gol de la remontada y, luego, en una internada de Diego Castro, Pavón corta el balón con la mano en un claro penalti que Bilic y Barral casi se pelean por lanzar y marcó el croata tras repetir el lanzamiento.

Con el marcador a favor el Sporting no se vino atrás y el Numancia sólo podía llegar a inquietar a Cuéllar con balones largos, pero el triunfo se quedó en casa.