El derbi sevillano del Benito Villamarín se cerró con un juego intenso, como casi siempre, con alternativas en el dominio y en el marcador y con un empate (2-2) que no disgusta ni al Betis, que quedará esta campaña por encima del rival, ni al Sevilla, que se asegura con el punto entrar también en Europa.
Se presentó un derbi de altura, como hacía bastantes temporadas que no se veía, con el Betis con la plaza europea asegurada y con el Sevilla con ganas de amarrarla. Los locales, además, tenían la oportunidad de complicarle la vida al eterno rival en su empeño de una nueva clasificación continental y también de hacer un pleno en los partidos de la máxima rivalidad tras el 3-5 de la primera vuelta.
El equipo que entrena Quique Setién no dejó ni un segundo a la especulación y salió con fuerza hacia el área sevillista con el enfervorizado apoyo de sus seguidores. Una falta lateral por la izquierda del ataque verdiblanco puso la base del tempranero 1-0, que llegó en el minuto cinco. Un centro de Joaquín lo remató de cabeza Bartra, imposible para el meta David Soria.
No cambió nada tras el gol bético, pues el equipo heliopolitano mantuvo la presión muy adelantada ante un adversario descentrado y sin saber cómo salir de su campo hasta que, llegado el primer cuarto de hora, empezó a enseñar sus armas.
El meta Pedro tuvo que intervenir con acierto para quitarle el balón de la cabeza a Nolito. Ese lance pareció ser un punto de inflexión tras el mal arranque del equipo visitante, en el que apareció Banega para darle un punto de cordura al juego. En esa dinámica avanzó el choque hacia el descanso, con un Betis que concedió más terreno de lo que su hinchada quería y con un Sevilla adelantado, pero sin remate.
Además, Caparrós tuvo que hacer un cambio obligado antes del descanso por la lesión del lateral Mercado, lo que dio la oportunidad al utrerano para sacar a Ben Yedder como otro delantero.
Nolito estuvo muy cerca de empatar al empezar la segunda parte, pero al gaditano se le fue el balón cerca de la cepa de un poste, al cruzar el disparo.
Siguió el Sevilla como acabó el primer período, con el balón y la iniciativa ante un adversario despistado, pero que se aprovechó de que los visitantes estaban negados ante el marco, como se vio en una media chilena de Sandro, un remate cómodo para el meta Pedro, que blocó seguro.
Pese a ello, llegó el tanto sevillista antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora de la reanudación, en una rara jugada en la que el más listo fue Ben Yedder entre la descoordinación de los defensas locales.
El empate fue un resorte para el equipo de Setién, quien puso en el terreno a Loren en lugar de Sergio León, para refrescar el ataque. Pronto pudo dar fruto ese cambio porque Loren estuvo cerca de marcar si no hubiese sido por el cruce milagroso del central Lenglet.
Entonces se vio otro partido, más de control de la situación por ambos bandos con el miedo a perder y con la intención de sorprender en alguna acción, y ésta llegó del lado sevillista en un córner que acabó con el remate del central Kjaer. Pero el equipo del barrio de Nervión no supo mantener la renta y dos minutos después, en un rápido ataque, el canterano Loren volvió a poner el empate (81') que fue definitivo.
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