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Tercero con pedigrí y tercer partido que se 'entrega'

  • Decepción El CB Granada cae ante el DKV Joventut, en un partido que dejó la sensación de que se pudo hacer algo más Ausencias Trifón Poch optó por jugar los minutos decisivos sin Borchardt ni Scepanovic

Estadio Santiago Bernabéu. El Real Madrid juega ante el Barcelona. Los azulgrana vencen por 0-1 a falta de 15 minutos para la conclusión. Juande Ramos decide sentar en el banquillo a Raúl y Robben. Sitúa en su lugar a Salgado y Torres. Avanza el cronómetro y los de Pep Guardiola vuelven a marcar sentenciando el encuentro, que concluye casi a renglón seguido.

Salvando las evidentes diferencias existentes entre el fútbol y el baloncesto, es poco más o menos lo que hizo ayer el CB Granada ante el DKV Joventut: 72-81 en el marcador a falta de 5 minutos y 14 segundos para la conclusión. Trifón Poch pone en pista a Aleks Maric y envía a la banqueta a Curtis Borchardt. Instantes antes había dado entrada a Juan Ignacio Jasen y prescindido de Vlado Scepanovic. Con 76-82 en el electrónico, el cuadro nazarí juega dos balones interiores sobre Maric, que falla. Ricky Rubio no perdona desde la línea de tiros libres y saca provecho de un posterior balón regalado por Pablo Aguilar (78-86), a 1'32''. Sin capacidad ofensiva alguna, Jasen toma la responsabilidad y se las juega todas, pero simplemente para intercambiar canastas con los visitantes. El bocinazo final sorprende a la escuadra granadina con sus pesos pesados sentados. Quizá con ellos en la pista también se hubiera certificado la derrota, pero al menos hubiera quedado la sensación de de que se utilizaron las armas más eficaces, y no la que quedó en el ambiente, que no fue otra más que la de haber facilitado el trabajo a un rival ya de por sí muy complicado. Vamos, de haber 'entregado' el partido. Algo que ya sucedió contra el Real Madrid.

La historia, en definitiva, es que el CB Granada encajó ante el DKV Joventut la cuarta derrota consecutiva en casa, desaprovechando en gran medida la doble pesca a domicilio desde que se inició la segunda vuelta de la competición. Y es que, aunque falló el Fuenlabrada, venció el Ricoh Manresa, que ahora es octavo, por lo que el corte para jugar el play off se va a dos triunfos de diferencia.

El CB Granada tuvo en los tiros libres su gran rémora, al fallar ocho. Además se comportó muy blando en las labores defensivas, tanto que el equipo catalán hizo casi la mitad de sus puntos (42) desde más allá de la línea de 6,25. Dato que desmonta en gran medida la teoría de Trifón Poch, que a la conclusión del partido justificó la derrota con el elevado porcentaje de anotación desde la citada posición por parte del Joventut (48%). Más que nada, porque gran parte de los tiros los realizaron sin o con escasa oposición. También hubo alguno que otro de dificultad extrema, como el firmado por Coby Karl en la primera posesión del último cuarto.

El encuentro, de todos modos, se inició de la peor manera posible, con un 0-7, si bien los locales lograron equilibrar el choque a mitad del primer cuarto (9-9). Mallet y Bogdanovic se encargaron de devolver su dominio al marcador.

Con 22-25 se inició la segunda manga. La tensión defensiva de los jugadores del DKV Joventut provocó errores en el pase y, por consiguiente, perdidas de la posesión del balón, que se unieron a una mala selección del tiro por parte de los pupilos de Poch, que vieron como los visitantes se marcharon en el marcador de diez puntos (24-34).

Tras una personal de Hunter, a la que se unió una falta técnica al estadounidense, el equipo granadino reaccionó. Más que nada por el empuje del público, que cargó contra los árbitros. Estos, de inmediato, compensaron con una técnica a Mallet y el CB Granada se colocó por encima (42-41), a 2'30'' para el descanso, al que se llegó tres abajo: 45-48.

En la reanudación, el CB Granada quizá atravesó por su crisis más profunda durante los dos primeros minutos. Se dio de bruces con una defensa zonal impuesta por el cuadro rival. A la par, Moiso se hizo dueño y señor de los tableros (48-55). Vlado Scepanovic decidió tirar del carro y, con ocho puntos consecutivos, puso a su equipo uno arriba (56-55), que amplió Juan Pedro Gutiérrez a tres (60-57). Sin embargo, un tiempo muerto solicitado por el preparador visitante, Sito Alonso, sirvió para serenar a los suyos, que habían perdido el compás en ataque, y cerraron el periodo con tres arriba en el tanteador: 70-73.

El inicio de los últimos diez minutos de juego fue demoledor para los intereses del CB Granada. Los visitantes firmaron un parcial de 0-8, con dos triples (uno de Mallet y otro de Karl), y el Joventut volvió a catapultarse en el marcador (70-81). Trifón Poch utilizó un tiempo muerto y, a partir de ahí, sucedió lo ya relatado al comienzo de esta crónica.

Por cierto, si en lugar de haber estado Juande Ramos (Trifón Poch) en el banquillo del Real Madrid (CB Granada), lo hubiera ocupado Bernd Schuster (Sergio Valdeolmillos), seguramente la reacción del respetable hubiera sido muy distinta.

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